Uno de los sectores más golpeados económicamente por la crisis sanitaria son los gimnasios. Se estima que a nivel nacional existen unos 2,300 centros, de los cuales en su mayoría son pequeñas y medianas empresas. De acuerdo con la Asociación de Gimnasios del Perú (AGP), una agrupación que reúne unas 320 empresas de este rubro, el 63% alquila el establecimiento en donde brindan servicios.
“Aproximadamente están cerrando uno a dos gimnasios por día, ello podría aumentar hasta tres debido al golpe que hemos recibido. Algunos han podido resistir por un tiempo. Sin embargo, ya los alquileres están vencidos durante varios meses y no ha habido otra alternativa que cerrar. Más de 1270 establecimientos son alquilados", sostiene Enrique Fernández, presidente de la AGP.
Para mitigar el impacto económico, muchos instructores de gimnasio, brindaros clases personalizadas mediante servicios de streaming durante la cuarentena. Sin embargo, con el tiempo ello se ha ido perdiendo. Hubo también quienes optaron por vender las máquinas, discos, barras y mancuernas que tenían en sus centros deportivos a fin de obtener liquidez.
“Al comienzo pudimos sobrevivir porque todas las personas compraban estos accesorios para entrenar. Pero, lamentablemente actualmente no hay demanda y no podemos ver otra manera de obtener ingresos”, señala Fernández.
En tanto, los empresarios con local propio (40% del total de gimnasios), al no tener tanta presión como los que sí alquilan, tuvieron la oportunidad de cambiar de giro, ahora comercializan productos no ligados al negocio, otros están arrendando el espacio a fin de generar ingresos.
Los gimnasios ya tienen protocolos establecidos. Entre ellos está la desinfección de las máquinas de entrenamiento, grupos pequeños, rutinas cortas, distanciamiento social, uso de mascarilla, medición de temperatura al ingresar al centro, capacitación a los entrenadores, separación de turno como de lugar para su entrenamiento de una hora diaria por persona.
A fin de obtener respuestas ante su solicitud de reinicio de actividades, la AGP se ha reunido con el Ministerio de Producción que los asesoró en la obtención de sus protocolos. Sin embargo, el Ministerio de Salud (Minsa) todavía no da el visto bueno para que reaperturen los centros. Mientras eso ocurre, el sector sigue pereciendo.
“También hemos buscado apoyo con el Congreso de la República. Nos hemos reunido con José Luna de Podemos y nos ha manifestado su disposición. La reunión ha sido dos semanas”, manifiesta.
Precios y membresías
Uno de los retos más importantes para los gimnasios será obtener ingresos cuando reanuden sus operaciones. Como es conocido, muchos de sus clientes adquieren membresías para entrenar por varios meses. Fernández comenta que harán una campaña de concientización junto a los demás empresarios del sector a fin de concientizar a los usuarios de la dura situación que están viviendo.
“Las membresías no se van a poder devolver, es imposible. Pedimos a los clientes que nos esperen o puedan suspender el uso del gimnasio un tiempo hasta que la situación se regularice y ya puedan volver a tomar su membresía. El que ha perdido totalmente es el empresario", dijo.
“Si devolvemos la membresía no se va a poder pagar los servicios, ni a los profesores, ni comprar los implementos de bioseguridad, incluso, cumplir con los arbitrios que cobran los municipios. Pedimos al cliente que nos entienda, no quisimos cerrar los gimnasios. Este es el mensaje que daremos”, explicó.
Por último, Fernández exhorta al Minsa que se les brinde la fecha exacta de su reinicio de operaciones, pues vienen esperando desde agosto sin una respuesta clara. “No sabemos cómo utilizar nuestros locales porque todo es incierto. Hemos esperado siete meses y estamos perdiendo cada vez más. La duda mata más que cualquier cosa”, concluye.