En conversación con Gestión, Alfredo Thorne, extitular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y principal de Thorne & Associates, dio su mirada sobre los retos de la economía peruana, sobre todo, ad portas de ingresar a un año preelectoral.
-Hubo un intento de austeridad, pero no movió la aguja. No se logra bajar el déficit fiscal (hoy, en 4% del Producto Bruto Interno). ¿Cómo lo evalúa?
Partamos de nuestras anclas: la fiscal y la monetaria. Cuando se habla del déficit fiscal, lo que uno tiene que pensar es que estamos “desanclando” nuestra economía, que ha sido el instrumento más importante que hemos tenido para darle crecimiento de largo plazo al país.
El impacto de este desanclaje, sobre todo en la parte fiscal, no se va a ver en el corto plazo, porque tenemos un ratio de deuda/PBI bastante bajo, pero el tema son nuestras proyecciones fiscales, no se ve en qué momento el Gobierno actual -o el próximo- va a cumplir las metas.
En el corto plazo, probablemente el mayor gasto dé mejores números, pero una vez que ese impacto positivo se desvanezca, vamos a regresar a nuestra realidad.
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-El ministro de Economía y Finanzas, José Arista, dijo ante el Congreso de la República que el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) tiene instrumentos como la tasa de interés de referencia para ajustar inflación. Pero, el MEF no tiene una herramienta similar. Entonces, sugirió que se trabaje un texto que les permita ajustar gastos en orden de prelación a través de ley. ¿Es una buena idea?
Ya la ley de responsabilidad fiscal dice cuáles son las metas fiscales en función de unas variables y permite que, en caso de situaciones anómalas, como El Niño o una recesión, se activen cláusulas de escape. El problema hoy es que ninguna de las cláusulas de escape califican para hacer lo que se está haciendo ahora. No se puede justificar, por ejemplo, los niveles de aumentos salariales, no hay motivo para mantenerlos. Pero, si se decide hacerlo, se tiene que recortar en otra parte del presupuesto.
-En este contexto, cuánto aporta -o no- el Parlamento con leyes que tienen iniciativa de gasto y un Tribunal Constitucional que parece haber dejado una puerta abierta para ello. ¿Cómo todo esto se confabula y muestra que ya no hay respeto entre entidades, no hay un MEF fuerte?
Estamos en un proceso político donde las instituciones empiezan a perder peso. Instituciones bombardeadas desde el Poder Ejecutivo y desde el Congreso. Lo vemos con el tema de la lucha contra la criminalidad. En vez de tener instituciones fuertes, se están dando leyes que deterioran la institucionalidad.
Esto también pasa con la economía. Mucho de los artículos clave en la Constitución, como quién tiene iniciativa de gasto, ha sido artículos que se han bombardeado. Hoy no vamos a sentir el impacto, pero no quiero imaginarme quién será ese ministro de Economía y Finanzas que tendrá que bajar el déficit fiscal desde 4% del PBI a 1% o 2%. A alguien le va a tener que tocar, y si no se da, la economía es sensible, vamos a sufrir las consecuencias.
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Contexto internacional
-Hay un contexto internacional favorable, por ejemplo, con los altos precios de los metales. ¿Lo estamos aprovechando?
Hay dos temas que van en sentido opuesto. Hay mejores precios internacionales, que se reflejan en la recaudación tributaria, y en general en la generación de ingresos y crecimiento de economía.
El tema es que tenemos otra tendencia que va en dirección contraria y que socava nuestra base tributaria: ya sea que el Congreso empieza a tomar iniciativa de gasto o da normas que da exoneraciones tributarias, lo que finalmente le quita la capacidad al Estado para financiar a quienes debería, que son los sectores de más bajos ingresos, enfrentar la pobreza y la informalidad.
Reformas para el largo plazo
-¿Hay espacio para hacer reformas?
Si le pedimos a este Gobierno que no haga contrarreformas, deberíamos darnos por bien servidos. Lo que hemos visto desde 2018 es un ciclo de populismo económico que no ha parado hasta ahora. Si me preguntas quién ha hecho más daño, Dina Boluarte o Pedro Castillo, diría que por ahí van. Boluarte ha desmantelado nuestra institucionalidad, eso nos va a costar en el futuro.
Nos va a ser muy difícil hacer una reforma del Sistema Judicial que nos vuelva a garantizar el Estado de derecho o una reforma que nos alinee a la Constitución. Sorprende pero este Parlamento ha perforado esta Constitución. Son cosas que van a costar mucho en cambiar, pero no creo que lo haga este Gobierno. Lo único que yo le pediría es que no nos siga haciendo forados.
-¿Qué sí puede hacer este Gobierno antes de irse?
Si uno ve al país, a pesar de todo lo que pasó con Pedro Castillo, nuestro sector privado está relativamente bien. Lo que está muy mal es el Estado. Por ello, si hay una reforma que haría es la de un Servicio Civil profesionalizado, meritocrático, que nos permita atraer a los mejores elementos al sector público. Los funcionarios deberían ser de carrera. El poder político no puede involucrarse.
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Inversión privada
-A veces parece que los inversionistas extranjeros ven un Perú distinto a los inversionistas locales. ¿Es así?
Los inversionistas tienen horizontes distintos. Si piensas en un minero, por ejemplo, para ellos los precios del cobre y las proyecciones que tienen sobre esto hacen que se diluya el riesgo político que vivimos. Para ellos invertir en el Perú representa el 1%, 2% o 3% de su portafolio total. Aunque podría tener algo de volatilidad, eso no les afecta su retorno global.
Sin embargo, para un inversionista nacional, el 90% está en el Perú. Son los que finalmente determinan el crecimiento y la inversión en el país. A nosotros -los locales- sí nos golpea (el ruido). Si nos golpea, nos hace más negativos y entramos en un círculo vicioso de no invertir, la economía se desacelera, generamos más pobreza, etcétera, y se socava la base de la sociedad.
-¿Qué se espera para la inversión privada?
Para este año, proyectamos un crecimiento de 1.6%. Para el 2025, un 2.8%; para el 2026, un 2.4%.
-¿Se puede corregir al alza la proyección para este año?
Un tema que es difícil proyectar es el impacto de los puertos, cómo es que van a influenciar sobre el desempeño económico. Sabemos que va a ser positivo, pero si el Gobierno aprovechase ese ciclo, lo podría hacer mucho más positivo. La inversión privada podría crecer mucho más.
Me parece que el Gobierno no lo ha pensado bien. La estrategia debería ser utilizar este acceso a los países de Asia, sobre todo los de APEC, para que ellos empiecen a poner empresas en el Perú y, con nuestros acuerdos comerciales, exportar a Estados Unidos y Europa.
Año preelectoral
-¿Cómo llega el Perú al año preelectoral? ¿Hay riesgo de que discursos populistas o radicales tengan más peso?
En mi opinión va a ser como un pequeño terremoto. Vamos a tener probablemente más de 50 partidos compitiendo. Pero, se debería pensar en los incentivos. No hay forma que todos logren ser presidentes, así que en algún momento algunos van a tener que toparse con la pared y buscar una alianza con otros partidos. Conforme nos acerquemos a las elecciones, se va a dar dicha convergencia. Me da la impresión que el centro tiene mucho que decir.
Los partidos de extremo, tienen mucho que perder porque han sacrificado mucho capital político en estas malas reformas. Me da la impresión que son los candidatos populares del centro izquierda o centro derecha que más van a tener que decir.
-Lo ideal serían estas alianzas, pero ¿se puede ir contra las promesas populistas que claramente se verán antes de los comicios?
Hay que diferenciar una medida populista de un programa popular. Creo que las medidas populistas no tienen impacto en el bienestar de la sociedad. Más bien en el largo plazo lo socavan. Un programa popular, por el contrario, logra tocar elementos clave, como salud, pensiones, fiscal, de una manera que convenza a la población que esa es la ruta más sensata.
La mirada internacional
-Fuimos la estrella de la región, pero ¿seguimos siéndolo?
“El barrio está muy complicado”. Los comparables no son los países que lo han hecho mal, sino los que lo han hecho bien. Debemos pensar cómo salir de la trampa de los ingresos medios. Los únicos que han salido de esta trampa son los asiáticos. Si nos seguimos comparando con países que están inmersos en el mismo sistema que nosotros, no vamos a salir de ahí.
-¿APEC será realmente una oportunidad?
Sí, pero ha que tomar ventaja. Hay que atraer a las empresas que hoy les cuesta mucho transportar su material de Asia, atrayéndola para que ingresen al mercado peruano para que puedan irse a Estados Unidos. Hay que competir por esas empresas.
Editora de Economía y coordinadora de ESG del diario Gestión. Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Con casi 10 años de experiencia profesional en el rubro.
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