Las acciones de China reflejan un sistema autoritario bajo Xi Jinping con dificultades para calibrar sus políticas o admitir errores. (EFE)
Las acciones de China reflejan un sistema autoritario bajo Xi Jinping con dificultades para calibrar sus políticas o admitir errores. (EFE)

Suele decirse que el Gobierno chino planifica con décadas de antelación, mientras que las democracias titubean y cambian de rumbo. Pero en Shanghái no hay mucha evidencia de ingenio estratégico: 25 millones de personas están confinadas en sus departamentos, afrontando tal carencia de alimentos y atención médica que ni los censores pueden ocultar. La política de cero covid se ha convertido en un callejón sin salida.