Redacción Gestión

redaccion@gestion.pe

Que el Gobierno de marcha atrás en su cuestionada forma de obligar a los a la AFP es algo muy positivo. En la opinión de , profesor de la , esta medida es "muy correcta y muy conveniente".

"Lo que me preocupa es que este Gobierno se está acostumbrando a que la presión de las calles sea lo que lo haga retroceder cuando toma malas decisiones", afirmó. En ese sentido, exhortó a que el Estado no haga cosas improvisadamente, sino que realice análisis y estudios serios antes de tomar decisiones.

El experto dijo que las malas decisiones tienen un impacto sobre la credibilidad de los hacedores de política, específicamente al y al superintendente, . "En política económica, las idas y venidas son muy peligrosas", destacó.

De otro lado, estimó que este retroceso del Gobierno sería de carácter temporal. La norma debe ser : Dar incentivos a los trabajadores, implementarla en un momento donde la coyuntura macroeconómica sea favorable y, sobre todo, respetar la libertad de elección de los trabajadores.

La gran falla del EstadoPara el experto, una de las grandes deficiencias del Gobierno es la inoperancia de su estrategia de comunicación. En ese sentido, apuntó que es clave que "se llegue al ciudadano de a pie" y se le proporcione toda la información disponible, pues sin ella no se puede tomar las decisiones correctas.

Además sostuvo, se debe atacar un problema de educación en el trabajador peruano: La falta de cultura previsional. "Hay que educar a la gente para que ahorre desde un comienzo y tener una vejez decorosa. Cambiarle el 'chip' al trabajador peruano va a tomar mucho tiempo".

¿Es necesario que sean obligar a aportar?Un tema que está en discusión es si es que realmente es necesario obligar a los a aportar a las . González Izquierdo reconoció que esto si es necesario por dos motivos.

El primer tema radica en lo señalado líneas arriba: Generar y fomentar una cultura de previsión en los trabajadores peruanos. Por ello, estimó que solamente habría un porcentaje muy pequeño de trabajadores independientes que estén animados a ahorrar desde ahora.

Otro aspecto es que si los independientes no están obligados a aportar, entonces habría un tema de discriminación en contra de los trabajadores dependientes, quienes aportan por ley desde el año 1992. "Si se deja la actitud voluntaria en los independientes, estaríamos introduciendo una diferencia en el trato, que en política económica no es correcto", finalizó.