El mercado laboral peruano tiene como característica principal la informalidad, en tanto la pandemia del COVID-19 ha contribuido a agudizar esta situación, perjudicando la creación de trabajos y empleos decentes.
En 2009, la proporción de informalidad alcanzaba el 77.2% y se redujo a 72.7% en el 2019, de acuerdo a datos del INEI.
Sin embargo, debido a la emergencia sanitaria, dicho indicador se elevó y para junio del 2019, la tasa de informalidad era 72.6%; a junio de 2020, 73.6%; y a junio de 2021, alcanzó el 78.1%.
Estos altos niveles de informalidad implican que una proporción similar de trabajadores no cuenta con derechos laborales ni con aportes para la jubilación. Esto es especialmente preocupante en regiones como Huancavelica y Cajamarca, donde la informalidad a 2019 alcanzaba al 92% y 88% de la PEA, respectivamente.
Bajo este contexto, la CONFIEP, con la asistencia técnica de la Oficina de Actividades para los Empleadores de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), presentó el estudio “Propuestas de políticas a favor del trabajo decente en el marco de la Agenda 2030″, en donde se identifica las causas que restringen el tránsito hacia la formalidad y recomienda políticas públicas para mejorar las condiciones del mercado laboral peruano.
Por su parte, Ítalo Cardona, director de la Oficina de la OIT para los Países Andinos, señaló que las altas tasas de informalidad en Perú han exacerbado en el marco del impacto del COVID-19.
“Esto supone un grave lastre en la recuperación del país tras la pandemia y en los indicadores que son claves en el bienestar y la cohesión como son el empleo de calidad, protección social o la misma productividad”, dijo.
De este modo, señaló que la reducción de la informalidad es un elemento prioritario para el logro de los desafíos que plantea dicho organismo internacional, en un llamado a la recuperación basado en las personas.
Los ejes
Durante la presentación del estudio, el profesor del departamento académico de Economía de la Universidad del Pacífico, Pablo Lavado, dio a conocer los seis ejes en los que están basados estas propuestas: Empleo productivo y empleabilidad, Sistemas de protección social y derechos laborales, Equidad Laboral (empleo en mujeres y jóvenes y brecha salarial), Trabajo infantil y Trabajo peligroso; Entorno de trabajo seguro y Acoso en el trabajo.
En cuanto al Empleo Productivo y Empleabilidad dijo que se busca cerrar las brechas estructurales que limitan el incremento de la productividad.
“Llevamos aquí en primer lugar a la tan ansiada reforma educativa que tiene algunos aspectos claves en donde se debe poner mucha atención y recursos porque ayudará a recuperar el mercado laboral en el corto plazo, a mejorar el funcionamiento del mercado laboral en el mediano plazo e incrementar la productividad en el largo plazo”, apuntó.
En este eje dijo que también se busca fortalecer la Dirección de Seguimiento y Evaluación del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), fortalecer la Sunafil, cambiando el enfoque punitivo por uno proactivo y de acompañamiento; y crear regímenes laborales para la promoción de sectores clave.
En el segundo eje Sistemas de protección social y derechos laborales, en donde se plantea un seguro contra shocks de ingresos.
Indicó que en este punto se busca brindar protección a los trabajadores durante los periodos de desempleo, especialmente considerando los efectos en el desempleo, empleo informal y subempleo.
También se plantea la reforma del sistema de pensiones, debido a que una consecuencia directa de la alta tasa de informalidad es que son pocos los trabajadores que accederá a una pensión para su vejez.
Equidad laboral y trabajo forzoso
En cuanto a Equidad Laboral se plantea incrementar los espacios de cuidado para los hijos tanto en el sector formal como informal. Lavado dijo que las mujeres dedicas tres veces más de tiempo al cuidado de los hijos.
“Ellos implica una restricción para trabajar en regímenes atípicos, pero de ingresos altos como la minería”, apuntó.
También se propone la revisión de políticas que promuevan discriminación laborales por sexo; y que se promueva las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática) en educación superior técnica o profesional.
Respecto a Trabajo infantil y Trabajo peligroso; se plantea generar un plan de reducción de trabajo forzoso en base a la identificación de los sectores y zonas más sensibles de presentar trabajo. En este punto, dijo que el Plan Nacional de Lucha contra el trabajo forzoso no incorpora acciones proactivas para identificar e intervenir en casos de trabajo de esta condición.
También se propone modificar el procesos de adquisición del sello libre de trabajo infantil.
En lo que se refiere al Entorno de Trabajo Seguro: seguridad y salud en el trabajo; se propone un enfoque sectorial y simplificación de la regulación sobre seguridad en el trabajo así como una supervisión en el sector informal.
Finalmente, sobre el eje Acoso en el trabajo, se propone simplificar y apoyar el mecanismos para denunciar el acoso en el trabajo. Explicó que el procedimiento actual es engorroso para el empleador y las personas parte del proceso.
En este punto también se propone una mejora en el seguimiento de casos de acoso en el entorno laboral. El docente indicó que los datos sobre acosos son escasos en tanto el INEI no reporta algún indicador de acosos u hostigamiento sexual. Además, dijo que existe un sub reporte en las denuncias.