El último sábado el Ministerio de Educación publicó -a través de una resolución ministerial- el documento normativo para el retorno a la presencialidad y/o semipresencialidad para el año escolar 2022. La misma establece las medidas a seguir -tanto en colegios públicos como privados- para el retorno a clases, tras dos años de paralización a raíz del COVID.
¿Qué medidas establece el marco normativo? Establece -por ejemplo- que el retorno a las aulas de manera presencial se hará entre el 1 y 14 de marzo del 2022. Igualmente dice que desde el 3 enero del 2022 tanto el personal directivo, administrativo y de limpieza realizará sus actividades de manera presencial para generar las condiciones que permitan e retorno a clases
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También que durante los meses de enero y febrero, las instituciones educativas podrán hacer uso de sus espacios abiertos para el desarrollo de actividades artísticas, deportivas, lúdicas y de recuperación de aprendizajes.
La norma señala -igualmente- el desarrollo de actividades que van a generar un presupuesto adicional-especialmente- en los colegios públicos, pese a que ya se aprobó la partida presupuestal para el sector de S/ 35,758 millones.
Como el “aprendo en casa en vacaciones” o el “aprendo en comunidad”. En opinión del especialista en Educación, Paul Neira, hay un descalce entre el plan de retorno a las aulas y el presupuesto aprobado debido a que esta última disposición (para el regreso a las aulas) fue publicada tardíamente.
“Por tanto hay acciones que no fueron presupuestadas y eso genera un problema como -por ejemplo- el aprendo en casa en vacaciones, es un nuevo programa que no existía y que necesita recursos para echarse a andar. ¿Cómo se va a implementar? ¿con qué recursos?”, añadió.
En efecto, la norma publicada establece el desarrollo de “acciones pedagógicas en vacaciones”, entre las que se encuentra el “aprendo en casa en vacaciones” que es “es una propuesta que invita a los estudiantes y familias a realizar actividades en vacaciones con énfasis en lo lúdico, artístico y en el desarrollo socioafectivo. Las familias y estudiates podrán acceder a esta propuesta a través de la televisión, radio y web”. No se especifica en el documento del Minedu de dónde saldrán los recursos para su ejecución.
Lo mismo pasa con el “aprendo en comunidad” que buscar “reforzar el desarrollo de actividades en espacios abiertos, tales como: parques, plazas, locales comunales, anfiteatros, etc, con la finalidad de que los estudiantes puedan desarrollar diversas interacciones que fortalezcan el desarrollo socioafectivo, tales como: el deporte, el arte, entre otros”.
No es lo único. El documento de retorno a clases señala que las Direcciones Regionales de Educación y la UGEL deberán garantizar que los directores de las instituciones educativas reciban de manera oportuna y periódica la dotación de kits COVID-19, destinada a los estudiantes y al personal.
Este kit esta compuesto para el personal docente por mascarilla KN95 (2 mascarillas por semana) y un protector facial. Mientras que para los estudiantes se les deberá de dotar de mascarillas textiles (3 mascarillas por cada 2 meses); mascarillas quirúrgicas y un kit de insumos y de artículos de limpieza.
“El problema radica es que la logística no llegue a todo el país en los tiempos correctos tomando en cuenta los tiempos -valga la redundancia- que toman las compras públicas. El dinero no está en la primera semana del año, sino la última semana de enero. El tiempo se acorta a lo que suma que no hay un titula del sector que lidere el retorno a clases”, comentó.
De acuerdo a la presentación del exministro Gallardo ante el parlamento -cuando presentaba el presupuesto del sector para el 2022- dijo que se destinarían S/ 592 millones para el retorno a las aulas de los cuales: kit de limpieza eran S/ 146 millones; kit de mascarillas otros S/ 149 millones y mantenimiento S/ 297 millones.
“El nuevo ministro va a tener que reconectar con las regiones, que les van a pedir más recursos para cumplir con las nuevas disposiciones”, comentó. Otro tema fundamental para Neira en que la norma no es clara respecto a qué va a pasar con los estudiantes que se pasaron de la escuela privada a la pública que de acuerdo a datos del Minedu suman 350,000 estudiantes.
“No hay claridad de cómo manejar el tema de los estudiantes que se trasladaron de la educación privada a la pública en pleno apogeo del COVID y cuando retornen a clases, no va ver asientos para ellos y van a tener que regresar a la privada. El Minedu no tiene idea de cómo manejar esa tensión que va generar un enorme problema al inicio de marzo. Este cuello de botella no está previsto y seguramente la válvula de escape sea la semipresencialidad, lo que va a generar desigualdad entre los estudiantes y los padres de familia”, comentó.
-Horas de clases presenciales-
Otro tema en controversial para Jorge Camacho, vocero de Alianza de Escuelas Privadas, está relacionado con lo dispuesto por la norma de un máximo de 4 horas cronológicas diarias de clases presenciales en zonas urbanas, que implica en la práctica 5 horas pedagógicas (de 8 a 12) ya que tendrá un impacto en la calidad educativa y abre la posibilidad de sacrificar algunas materias por otras.
A lo que suma la prohibición -en las zonas urbanas- de ingerir alimentos, lo que es imposible. La norma únicamente establece en zonas rurales la posibilidad de que cada estudiante consuma los alimentos que trae desde su hogar “para lo cual se guardará una distancia física de 2 metros, en un espacio abierto, con acompañamiento de un docente como parte de una hora pedagógica”.
“El hecho de que en las escuelas de zonas no se permita a los alumnos ingerir alimentos dificulta mucho el retorno a clases ya que tener un alumno cuatro en clases sin que pueda comer, es imposible. Algunos vienen con un alimento muy ligero y tampoco se permite -en las zonas urbanas- que los estudiante lleven lonchera, lo que es imposible y hasta cierto punto ilógico. En un colegio están de todas la edades desde muy chiquitos hasta los adolescentes”, comentó.
Agregó que en materia educativa “con cuatro horas de clases se tendría que potenciar solamente los cursos esenciales, dejándose de lado materias como la educación física o artística. Se debería flexibilizar para que cada colegio se organice con su comunidad educativa, por ejemplo, es absurdo que se permita que los niños almuercen en un centro comercial pero en sus colegios”.
Para Camacho debería darse la facilidad/flexibilidad a cada colegio para que se organice con su comunidad educativa, sobre lo más adecuado para su niños y adolescentes “Tampoco se ha considerado los nidos/guardería que necesitan muchas familias que salen a trabajar y no tienen otro lugar para dejar a sus hijos. No se les ha considerado, no los ha tomado en cuenta el Minedu”, subrayó.
La buena noticia -consideró- es que se ha actualizado la distancia de 1 metro entre los alumnos para la presencialidad lo que hace factible un aforo adecuado en los salones. “Por ejemplo, si tenemos un salón de 5x5 se podría congregar a 25 alumnos con esta distancia de 1 metro, lo que en la práctica es llegar a una normalidad de alumnos por aula”, comentó.
-Nota-
- El documento normativa de retorno a las aulas establece que “el empleador de la Institución Educativa gestionará -antes de reiniciar el servicio educativo- ante las autoridades sanitarias correspondientes las pruebas de despistaje de COVID-19 para todo el personal educativo, sean moleculares o de antígeno . Además, deberá realizar el descarte de la sintomatología asociada a la COVID-19 al personal y estudiantes, a través de la ficha de sintomatología COVID-19″.
- “En el caso del sector público se puede entender que el Minsa dotará a las escuelas públicas de las pruebas de descarte, pero no se especifica si también se dotará a los colegios privados de manera gratuita. De no ser el caso, se tendrá que gestionar de manera privada lo que sí va a impactar los costos, lo que tendrá un impacto en las pensiones. Cada 15 días deberá gastar (cada colegio) S/ 5,000 en pruebas de despistaje, lo que tendrá un impacto en los bolsillos de los padres”, puntualizó Camacho.