La fibra de vicuña es reconocida como una de las más finas del mundo, en tanto su mayor población mundial está en el Perú.
En el país la vicuña es Patrimonio Natural de la Nación por lo cual esta especie se encuentra protegida por el Estado. En cuanto a su comercialización, ésta se realiza bajo parámetros especiales, de manera que el comercio internacional de la fibra de vicuña se encuentra regulado por la Convención Sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), un acuerdo internacional que vela que el comercio internacional de animales y plantas silvestres no constituya una amenaza para su supervivencia.
Al ser un producto fino, la fibra de vicuña tiene un costo elevado en el mercado externo y el precio aumenta de acuerdo al nivel de procesamiento de la fibra que se quiere adquirir.
De acuerdo a cifras del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), el precio de la fibra sucia (obtenida luego de la esquila) se ubicó en US$ 422 por kg. al cierre del 2018; el precio de la fibra predescerdada (obtenida tras eliminar todo resto de pelo o cerda, vegetales y todo tipo de material inerte) llegó a US$ 428 por Kg; el valor de la fibra descerdada (obtenida tras eliminar por completo todo resto de pelo o cerda) los US$ 1,370 y el precio de la fibra lavada registró un precio de US$ 1,400 por Kg.
Lanzamiento del plan
Partiendo de estos elevados costos, la Asociación de Exportadores (Adex) señaló que se trabaja en una nueva estrategia para llegar a nuevos mercados en el 2020, esto tomando en cuenta que la fecha Italia, Argentina y China son los principales demandantes.
En diálogo con Gestión.pe, el presidente del Comité Textil de Adex, Carlos Penny, explicó que se ha observado una mayor demanda por parte de mercados asiáticos de productos de fibra de alpaca combinados con otros insumos, tales como la seda.
Así, la nueva estrategia tiene esa misma base, es decir, elaborar productos de fibra de vicuña junto a otros materiales.
“Estamos discutiendo la posibilidad de hacer algunos accesorios de vicuña como podría ser boinas, (hacer) combinaciones de fibra de vicuña con seda para bajar el precio y hacerlo más masivo porque como el precio de la fibra de vicuña es demasiado alto, desmotiva a algunos compradores y se van por el cachemir y otros tipos de fibras que no son tan finos”, sostuvo.
Agregó que el nuevo plan está orientado a Japón, Francia, Taiwán y países de la Península Arábica, en zonas donde la temperatura es baja.
Penny aclaró con esta iniciativa no se busca castigar al valor de la fibra de vicuña, si no, que al combinarla con otras fibras la compra del producto se hace más asequible.
Y es que según datos del Minagri, en el mercado europeo un abrigo bombardero de estilo aviador cuesta US$ 25,950, un suéter de cuello alto para damas US$ 11,725, un suéter con cuello medio para hombres US$ 7,495 y una bufanda US$ 3,195. En el mercado estadounidense una chaqueta para caballeros tiene un costo de US$ 12,990, un poncho para damas US$ 4,900 y un bufanda para damas, US$ 1,790.
Bajo este contexto, Penny precisó que un producto que se elabore con fibra de vicuña y seda eventualmente va a ser más barata frente a una que es 100% fibra de vicuña.
De este modo, señaló que en el primer trimestre del año del 2020 ya se tendrá listo el plan estratégico de la nueva propuesta, la misma que se trabaja de la mano con el Ministerio de Agricultura, Ministerio de la Producción y el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor).
Técnica ancestral
La captura y esquila de la fibra de vicuña tiene una técnica ancestral y se denomina “chaccu”. De acuerdo a información del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), entidad encargada del manejo de la vicuña, en el 2018 se realizaron 553 chaccus y la principal región en donde se realiza esta técnica es Ayacucho, seguido de Puno y Huancavelica.
Estos “chaccus” estuvieron a cargo de 412 titulares de manejo con autorización vigente para la captura y esquila de vicuñas vivas, entre las cuales figuran comunidades campesinas, asociaciones, personas naturales, empresas y cooperativas.
Por su parte, esta semana el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) anunció que se prepara el primer protocolo para el monitoreo estandarizado de vicuña en áreas naturales protegidas, lo cual según la entidad, es pieza clave para mejorar la calidad de información técnico científica a nivel de sistema, generando datos que permitirán gestionar mejor el manejo de esta especie en los ecosistemas alto andinos.
Según precisó, a la fecha existen siete áreas naturales protegidas en las que actualmente se registran 21,977 mil vicuñas.