El Reino Unido presentó este lunes la solicitud formal de adhesión al tratado comercial transpacífico -integrado por 11 países, entre ellos México, Chile y Perú- buscando posicionarse “en el corazón de algunas de las economías de mayor crecimiento del mundo”, un mes después de completar el Brexit.
“Acabo de notificar formalmente a las naciones del CPTPP nuestra intención de unirnos”, tuiteó la ministra británica de Comercio Internacional, Liz Truss, tras haber anunciado el sábado su intención de hacerlo.
Entrar en el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, por sus siglas en inglés), del que también forman parte entre otros Australia, Canadá y Japón, “posicionará al Reino Unido en el corazón de algunas de las economías de mayor crecimiento del mundo”, subrayó.
También “creará empleos de alto valor” en el país, el más golpeado de Europa por la pandemia y el que sufrió la peor recesión como consecuencia. Y “nos ayudará a reconstruir un mejor sistema de comercio mundial”, agregó Truss exactamente un mes después de que su país cortase definitivamente los lazos con la Unión Europea al abandonar el mercado único y la unión aduanera al término de su periodo de transición posbrexit.
El CPTPP es la nueva versión del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) del que Donald Trump retiró a Estados Unidos inmediatamente después de su llegada al poder en enero del 2017. La nueva administración estadounidense de Joe Biden debería centrase más en el sureste asiático, según los analistas, pero no está claro que quiera sumarse al CPTPP.
“Enormes beneficios económicos”
Firmado en marzo del 2018 en Santiago de Chile, este tratado engloba un mercado de casi 500 millones de consumidores y representa el 13.5% de la economía mundial. Destinado a suprimir barreras comerciales entre sus miembros, busca también contrarrestar la creciente influencia económica de China.
Londres, deseoso ahora de convertirse en adalid del libre comercio firmando acuerdos en todo el mundo, prevé negociar a lo largo del 2021 su adhesión al bloque.
“Postular para convertirnos en el primer nuevo país que se une al CPTPP demuestra nuestra ambición de hacer negocios en las mejores condiciones con nuestros amigos y socios en todo el mundo y de ser un campeón entusiasta del libre comercio global”, se congratuló el primer ministro Boris Johnson durante el fin de semana.
“Forjamos nuevas asociaciones que aportarán enormes beneficios económicos al pueblo del Reino Unido”, agregó.
La decisión llega exactamente un año después de que el Reino Unido abandonara oficialmente la UE, tras casi medio siglo de conflictiva relación, iniciando un periodo de transición que terminó el pasado 31 de diciembre.
El gobierno británico firmó en octubre con Japón su primer gran acuerdo comercial posBrexit. También lo hizo desde entonces con otros miembros del tratado transpacífico como México, Chile, Canadá y Singapur.
Whisky, automóviles y servicios
Para el Reino Unido, la adhesión a esta zona de libre comercio “significará tasas de aduana más bajas para los fabricantes de automóviles y los productores de whisky y un mejor acceso para nuestros excelentes proveedores de servicios”, subrayó Truss.
Según su ministerio, el comercio con los 11 países del CPTPP sumó el año pasado 111,000 millones de libras (US$ 152,000 millones, 126,000 millones de euros).
La decisión fue bien recibida por la Confederación de la Industria Británica (CBI), principal patronal del país, para quien tiene “el potencial de crear nuevas oportunidades para las empresas británicas en diferentes sectores”.
Sin embargo, el opositor Partido Laborista se mostró menos entusiasta.
“Actualmente Liz Truss ni siquiera puede garantizar si tendremos derecho a vetar la adhesión propuesta por China si nos unimos al bloque primero”, afirmó su responsable para el comercio internacional, Emily Thornberry.
China anunció en noviembre que estudiaría la posibilidad de solicitar la entrada.
Tras cinco años de áspero debate sobre el Brexit, los británicos se preguntarán por qué el gobierno “se apresura a unirse a otro (bloque comercial) en la otra punta del mundo sin ninguna consulta pública significativa”, fustigó Thornberry.