Redacción Gestión

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Los pedidos industriales de bajaron más de lo previsto en junio, ya que se resintió tanto la demanda doméstica como la de la zona euro, indicando que de la moneda única está afectando a la mayor economía europea.

Datos del Ministerio de Economía mostraron que los pedidos ajustados por estacionalidad y precios cayeron el 1.7% mensual, ubicándose por debajo del rango medio de las previsiones en un sondeo de Reuters entre 38 economistas, de una contracción mensual del 1%.

Los contratos desde otras partes de la zona euro disminuyeron el 4.9% mensual, al tiempo que a nivel doméstico se contrajeron el 2.1%. El único aspecto positivo fueron los pedidos de las naciones fuera de la zona euro, que se elevaron el 0.6% mensual.

"La falta de dinamismo de los nuevos pedidos en los últimos meses refleja el débil ambiente económico en Europa", dijo Bernd Hartmann, responsable de análisis de inversiones de VP Bank.

"Siempre que haya incertidumbre sobre cómo se desarrollará la crisis de deuda de la zona euro, incluso la economía muy competitiva de Alemania sufrirá debido a la demanda más floja", agregó.

La producción industrial de Alemania sigue relativamente robusta comparado con la actividad en otros países de la zona euro como Italia, donde colapsó el 1.4% mensual en junio, apuntando a una cuarta baja trimestral consecutiva del producto interno bruto (PIB).

Pero las cifras del martes se suman a las crecientes señales de pesimismo en Alemania, donde el sector manufacturero se retrajo al ritmo más rápido en más de tres años en julio, mientras que los nuevos pedidos del sector servicios bajaron al nivel más débil en algo más de tres años.

Los sondeos de la confianza también bajaron, ya que el índice del clima de negocios del Ifo cayó al mínimo en más de dos años en julio. Además, las ventas minoristas han descendido y el número de alemanes sin trabajo va en aumento.