El crecimiento de la recaudación en soles corrientes viene batiendo récords históricos. Los ingresos tributarios han registrado un crecimiento de más de 50% el año pasado, luego de la caída de -16% que se registró en el 2020 a causa de la pandemia. Si bien parte del crecimiento se explica por un efecto base, este no deja de ser importante. De hecho, al compararlo con el 2019, el crecimiento es de 25%. Respecto al Producto Bruto Interno (PBI), los ingresos tributarios subieron de 13% a 16% entre el 2020 y 2021.
Históricamente, el componente más importante de la recaudación viene del Impuesto General a las Ventas (IGV), el cual representa el 60% de los ingresos tributarios totales. Durante el 2021, se registró un crecimiento de cerca de 30%, luego de retroceder -19% en el 2020. Sin embargo, al compararlo respecto al 2019, el crecimiento es de 11%, muy por encima del crecimiento promedio de 5.0% del IGV. ¿Qué explica este crecimiento?
“Este componente fue ‘favorecido’ por la devaluación y el incremento de los precios de algunos commodities”, apunta Luis Falen, head de Macroeconomía de Inteligo SAB. “Eso no significa que la economía esté en una senda de crecimiento sostenido ni se refleja en un aumento en el empleo y salarios del sector formal”, agrega.
Un ejemplo es el caso de los combustibles. El precio internacional del petróleo ha aumentado 60% en el 2021. Si a este incremento se le suma la devaluación de la moneda de más de 10%, el resultado es un crecimiento en soles de cerca de 70%. Sobre este precio se calcula el IGV a pagar. Lo mismo ocurre con la mayoría de los productos importados, como el maíz, el aceite y el trigo. Estos incrementos de precios explican, en parte, el aumento de la recaudación del IGV. En términos de dólares, la recaudación del IGV está en niveles de mediados del 2020.
En el caso del impuesto a la renta —que representa el 35% de la recaudación total— se da un efecto similar al del IGV. “Las altas cotizaciones de los precios de los minerales y la devaluación de la moneda motivan que los ingresos en soles de las empresas exportadoras se incrementen y, por tanto, se genere mayor impuesto a la renta a pagar”, explica Falen. De hecho, si se midieran los ingresos tributarios en dólares se vería que los niveles de la recaudación están por debajo de los del 2019.
Si bien los ingresos de las empresas exportadoras han aumentado, estos se explican por el incremento de los precios internacionales y no por una mayor producción minera. Los volúmenes de exportación de la mayoría de los minerales aún se encuentran por debajo de los volúmenes previos a la pandemia. Es así que la mayor parte del incremento en el valor de las exportaciones mineras se sustenta en el aumento de la cotización internacional de minerales y porque los volúmenes de exportación del 2020 fueron muy bajos por la pandemia.
Aunque se registró un pago de más de S/ 6,500 millones de la deuda tributaria de grandes empresas, este monto no se registra en la recaudación. Esta cifra estableció una nueva cifra récord y supera los montos anuales alcanzados hasta ahora. El stock de la deuda recuperada el 2021 es tres veces mayor a lo conseguido el año anterior. El 65% de esta corresponde a empresas del sector minero. Buenaventura realizó el pago de S/ 2,134 millones, seguida de Cerro Verde con S/ 1,040 millones y MMG Limited (matriz de Las Bambas) por S/ 685 millones.
Sin embargo, los pagos realizados por las mineras son contingentes. Esto quiere decir que aún están en litigio y solo serán realizados si la deuda reclamada por la Sunat procede. De no ser así, se tendrán que reintegrar los montos prepagados.
Hacia adelante, Falen considera tener estos factores en cuenta para tener una mayor cautela al momento de impulsar iniciativas de gasto corriente (bonos, empleo temporal, etc). “Para lograrlo, se requerirá impulsar la recuperación de las expectativas de los agentes de la economía para evitar una caída de la inversión privada en el 2022 y, así, lograr que el dinamismo reciente de la actividad económica se sostenga durante los próximos años”, considera.