Si bien la pesca dedicada a producir harina y aceite se vio ligeramente afectada por el fenómeno La Niña en la primera temporada de pesca con sucesivas vedas, el sector más golpeado es la industria pesquera de consumo humano directo, particularmente la conservera, según los gremios.
De acuerdo con la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú), en el primer semestre del 2022 el sector pesca en general fue el que registró un menor dinamismo entre las actividades productivas, retrocediendo un 20% con respecto a igual periodo del 2021, a consecuencia de una caída del 19.6% de la pesca marítima.
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Proyecciones
Debido a estos resultados, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) espera una contracción del sector pesquero en un 7.8% para el 2022, en línea con los menores resultados de la pesca de anchoveta, aunque, según ComexPerú, se esperaba una gradual recuperación durante la segunda mitad del año, tras la mejora de las condiciones oceanográficas que permitirán una normalización en su pesca.
Sin embargo, para Jesús Veliz, presidente de la Asociación de Conserveros del Perú, con cifras a agosto último, se estima que la producción de conservas de anchoveta cayó en un 75% en los ocho primeros meses del año, y no hay expectativas de una recuperación del sector conservero nacional.
Las razones del descenso
Detalló que de enero a agosto del 2022 se produjeron solo 320 mil cajas de conservas de anchoveta, lo que representa la caída del 75% antes mencionada, con respecto a los 1.2 millones de cajas producidas en el mismo periodo.
En el caso de las conservas de caballa, refirió que en los primeros 8 meses de este año se produjeron 660 mil cajas, un 40% menos que los 1.1 millones de cajas registradas en el mismo lapso del 2021.
La razón de este descenso, indicó, es la dificultad para la captura de los mencionados recursos hidrobiológicos, originada por las temperaturas del mar por debajo de sus condiciones normales, debido a la persistencia del fenómeno La Niña en el litoral peruano.
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Presencia de La Niña
Cabe indicar que de acuerdo con el último reporte del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño, desde el punto de vista biológico-pesquero, se prevé que, a raíz de la presencia de La Niña, la anchoveta continúe con una amplia cobertura espacial a lo largo del litoral peruano, hasta noviembre.
Esa dispersión en la ubicación de los cardúmenes de anchoveta, a raíz de La Niña, significa que se mantendrán las dificultades para la pesca de anchoveta, pues la flota debe recorrer un mayor espacio (a mayor costo) para poder realizar las faenas de pesca, según el exdirector del Instituto del Mar del Perú (Imarpe) e investigador de la Universidad Agraria La Molina, Luis Icochea.
Vale destacar que este es el tercer año consecutivo de la presencia de La Niña en el mar peruano, que se inició justamente coincidiendo con la llegada de la pandemia del covid-19 al Perú.
Desde entonces, según Véliz, y debido a los factores antes indicados (La Niña y la pandemia), de las 120 plantas conserveras que se ubicaban en diversos puntos de la costa hasta hace poco más de dos años, hoy apenas han sobrevivido unas 50 empresas, y está operando un 30% de la industria dedicada al consumo humano directo con respecto a la prepandemia.
Medidas para enfrentar la crisis
Por ello, Veliz pidió al Gobierno adoptar diversas medidas para la recuperación del sector. La primera de ellas es que el Ministerio de la Producción permita que se amplíe la cuota de pesca de anchoveta para consumo humano directo, de las actuales 150 mil toneladas, hasta 500 mil toneladas anuales.
Ello, anotó, permitirá a las conserveras tener predictibilidad ante los bancos de que tendrán recursos disponibles suficientes como para permitirles recuperar la inversión y repagar los préstamos que se requieren para la reactivación de la industria.
Asimismo, remarcó, urge que programas de alimentación del Gobierno, como Qali Warma, puedan permitir a las conserveras ofrecer directamente sus productos. Hoy no les permiten participar porque dan prioridad a las ofertas de comercializadores intermediarios.
Otro tema a resolver, subrayó, son las importaciones de conservas de atún provenientes de algunos países asiáticos, que ingresan con un control sanitario solo en forma aleatoria, pero no a la totalidad de ese tipo de productos, lo que consideran una competencia desleal a la producción nacional de conservas.