En momentos que la demanda mundial del azúcar supera los niveles de producción, la preocupación por los posibles efectos del fenómeno El Niño global podrían acentuar aún más la tendencia al alza de los precios internacionales de ese producto, según el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri).
No obstante, esa anomalía climática está afectando también a la producción nacional, no solo de los cultivos destinados al consumo interno, sino también para la agroexportación, entre ellos, a los de caña de azúcar.
De acuerdo con el Midagri, la producción nacional de caña en el primer trimestre del 2023 alcanzó las 4.2 millones de toneladas, lo que significó una disminución de 2.1%, con respecto al mismo periodo del 2022.
Ello ocurre, explica, debido a una reducción de las áreas cosechadas en 10.2%, pese a la mejora en los rendimientos obtenidos (9.0%), que pasaron de 116.4 a 126.9 toneladas por hectárea en dicho periodo
A consecuencia de la menor producción de ese insumo, a junio la producción de azúcar -refiere un estudio del citado ministerio- alcanzó las 436,000 toneladas, lo cual significa una disminución de 11.1%.
De cara a la segunda mitad del año, la producción de caña de azúcar se contrajo 2.7% en julio, aunque se disparó en agosto (23.6%), según información del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). Pese a ello, el resultado de producción de azúcar no mejoró: entre enero y agosto registró una caída de 8.9%.
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La actividad agroindustrial de azúcar está concentrada en principales empresas del Grupo Gloria (Casa Grande, Cartavio, San Jacinto y Agro Olmos), así como Paramonga, Laredo, Pomalca y Tumán, los cuales, en conjunto, al 2022 concentraban el 92.8% de la producción.
Impacto en el mercado local
El sector indica que, a partir del 2018, la producción azucarera, que había caído en años previos, se recuperó, llegando a 1.2 millones de toneladas (al año), lo cual cubre casi toda la demanda nacional de ese producto, estimada en 1.25 millones de toneladas, abasteciéndose la diferencia con importaciones.
Sin embargo, los precios del azúcar a nivel mayorista en el mercado interno -reconoce el informe del Midagri- han retomado una tendencia al alza que se registra desde el año 2020, siguiendo el comportamiento de los precios internacionales, debido al conflicto Rusia-Ucrania.
Detalla que, si bien esos precios tendieron a la baja en el primer trimestre, a partir de abril de este año han retomado una tendencia al alza, donde, al mes de agosto, llevaron a que el azúcar blanca y rubia se comercializaran en S/3.72 y S/3.42 por kilogramo, respectivamente, alzas del 10.1 y 2.1% en comparación a agosto del 2022.
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En ese escenario, entre enero y agosto del 2023, el volumen de importaciones disminuyó en 15.5%, por los altos precios internacionales, anotó.
Exportación
Considerando que la producción nacional registra una caída, y que hay una tendencia que se mantendrá al alza en el precio internacional del producto, se podría coludir que el mayor impacto negativo se podría tener por el lado de futuras exportaciones.
De hecho, el precio internacional del azúcar se ubicó en US$ 938 por tonelada en setiembre, su mayor nivel en los últimos meses. En años anteriores, en promedio, las cifras oscilaban entre US$ 700 y US$ 800; ahora -en lo que va del 2023- superan los US$ 900.
Según el Midagri, de enero a agosto el volumen de las exportaciones de azúcar peruano aumentó en 178.6%, y su valor lo hizo en 219%, frente al mismo periodo del 2022, esperándose que se embarque en este año unas 100 mil toneladas.
Como parte de esa expectativa de exportación, detalló que Estados Unidos asignó al Perú una cuota de 44,108 toneladas, para el periodo 2023-2024, y que es similar al periodo anual anterior.
Incertidumbre en las expectativas
Para Carlos Castro, gerente general de Perucaña (Asociación Peruana de Agroindustriales del Azúcar y Derivados), si bien los productores azucareros suelen cumplir con las cuotas de exportación, en este caso no fue tan concluyente en si podrán atender ese pedido.
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Reconoció que, como indica el Midagri, hay en efecto una contracción en las áreas sembradas de caña, y en el volumen producido de azúcar, que se explica por los factores climáticos, que redujeron los contenidos de sacarosa (en cultivos de caña).
Análisis costo-beneficio
“La decisión de cumplir la cuota pasa por las empresas, estas hacen un análisis costo-beneficio y en este momento ya toman la decisión empresarial. Ciertamente ha habido una contracción producto de El Niño por los niveles de sacarosa”, subrayó Castro.
“Pero, decir ahora si se va a cumplir la cuota o no, es prematuro, si bien, de hecho las empresas han venido cumpliendo sus niveles de atención al mercado americano desde hace varios años ya”, añadió.
Más allá de ello, reconoció también que los ingenios azucareros, en general, debido al fenómeno El Niño y el ciclón Yaku, tuvieron contracciones en su inversión, pero que también eso es reflejo de la incertidumbre laboral que introdujo el cambio en la Ley de Promoción Agraria (el año 2020).
Comunicador social. Estudió en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, e Inglés en la PUCP.