La restricción a la operación de determinadas embarcaciones pesqueras en la zona cercana al litoral -como establece una modificación a la Ley General de Pesca que promulgó el Ejecutivo- podría tener efectos positivos y negativos en el sector, según empresarios del ramo.
La norma hace una diferenciación en la flota destinada a la provisión de recursos para consumo humano directo (CHD), según los tipos de aparejos de pesca que use, y que buscaría preservar las condiciones de la pesca artesanal tradicional.
¿Qué cambios se han introducido a la Ley General de Pesca?
La Ley 31749, que modifica la Ley General de Pesca -aprobada por el Congreso en abril pasado- reconoce la pesca tradicional ancestral y la pesca tradicional artesanal e impulsa su preservación dentro de las 5 millas marítimas.
Así, la nueva norma dispone que las naves con capacidad de bodega de hasta 32.6 metros cúbicos, que extraen pesca para CHD como bonito, jurel, caballa y otros que realicen la recolección en redes de cerco o con sistema mecanizado en general, se denominarán flota de menor escala.
A su vez, determina que esa flota de menor escala quedará prohibida de realizar faenas en el ámbito marítimo comprendido entre la línea del litoral y las tres primeras millas marinas.
Igualmente, las embarcaciones antes llamadas artesanales anchoveteras, con capacidad de almacenaje en la bodega del barco de hasta 10 metros cúbicos, tampoco podrán realizar capturas en el mismo ámbito marítimo antes citado.
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Norma preservaría la biomasa de anchoveta
Al respecto, el presidente de la Asociación de Conserveros del Perú, Jesús Véliz, indicó que tal restricción, en principio, resulta positiva para la preservación de la biomasa de recursos como la anchoveta, cuando en condiciones climáticas anómalas se suele acercar más a la costa.
En efecto, de acuerdo con el último informe técnico del Enfen que mantiene el estado de alerta por el Niño Costero, el stock norte centro de la anchoveta presentó cardúmenes concentrados en la franja costera con altas densidades, principalmente dentro de las primeras diez millas náuticas.
Véliz indicó que, en cumplimiento de esa norma, ahora toda embarcación de la denominada flota de menor escala, tendrá que incorporar balizas, de forma que su movimiento sea monitoreado mediante control satelital por el Ministerio de la Producción.
¿Cuántas embarcaciones dejarían de pescar cerca a la costa?
Asimismo, estimó que serían cerca de 400 embarcaciones (entre las que pescan anchoveta como otros recursos para CHD) las que pasarían a ser denominada flota de menor escala y que tendrán que dejar de realizar faenas en las tres primeras millas desde la costa.
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Esa situación, una vez que se apruebe el reglamento de esa ley (al cabo de 60 días) podría generar incrementos en los costos en la provisión de insumos para la industria de consumo humano directo (CHD), entre esta la conservería, dijo.
Impacto de la norma en los precios
Pero, advirtió, también podría llevar a mayores alzas en los precios del pescado fresco en los mercados, adicionales a los que ya se están produciendo a raíz del cierre de puertos frente a los oleajes anómalos en diversas zonas del litoral.
Según el Ministerio de la Producción, en los mercados mayoristas los precios del bonito (hasta este lunes), se han incrementado en 38.8% interanual, aunque a nivel minorista el precio que se encontraba en S/4.00 el kilo, trepó hasta los S/11.00 el kilogramo. Otros recursos que han elevado sus precios a escala mayorista son la caballa (en 35.1%) interanual, a S/6.20 el kilo; el jurel, en 30.6%, la cojinova, en 45.2%; la corvina, en 19.7%, entre otros.
Según estima Véliz, si se hace efectiva la restricción a la flota con aparejos de pesca mecanizados en las primeras tres millas de la costa, los precios del pescado podrían subir en cerca del 100%.
Posición de la Sociedad Nacional de Pesquería
Por su parte, la presidenta de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), Cayetana Aljovín, consideró que la nueva ley (Ley 31749) no cumple con su propósito de asegurar la sostenibilidad del sector, pues en primer lugar, considera a las 5 millas marinas como espacio protegido.
Ello lo indica esa norma, a pesar de que eso ya existe desde hace 30 años con la promulgación del DS 017-92-PE, que establece la protección de las primeras 5 millas, como zona de afloramiento y reproducción, y donde, además, la pesca industrial no realiza sus actividades, refiere Aljovín.
En segundo lugar, anota, la citada ley cierra la posibilidad de establecer a futuro y con base en evidencia científica, un régimen especial de pesca en la zona sur; algo que consideró necesario dadas las características geográficas de nuestro zócalo continental, que al ser estrecho en dicha zona, hace que la anchoveta se pegue a la costa.
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“Esta excepción no es una novedad, existió hasta el año 2012 y fue cerrado por consideraciones ideológicas y no científicas. Así, durante su vigencia, Perú y Chile pescaban de manera muy similar un promedio de 650,000 TM al año tanto en el sur del Perú como en el norte de Chile, toda vez que comparten el mismo stock de anchoveta en dicha zona”, aseveró.
Como era evidente, el cierre de este régimen -enfatizó la presidenta de la SNP- benefició a nuestro vecino del sur, quien en la actualidad pesca más del doble que el Perú. Ello, además, ha originado el cierre de siete plantas pesqueras y la pérdida de más de 6,500 puestos de trabajo formal, aseveró.