Una posible restricción del gas ruso a Europa, en caso de agravarse el conflicto con Ucrania, favorecería la exportación e ingresos de Perú, proyectan analistas.
Se estima que Rusia suministra alrededor del 30% de las importaciones de Gas Natural Licuado (GNL) de Europa.
Si bien por ahora los flujos de GNL de Rusia a Europa se mantienen, ya una primera medida tomada por Alemania ha sido la paralización del proyecto gasoducto Nord Stream 2, en respuesta al reconocimiento por Rusia de la independencia de los territorios separatistas prorrusos de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania. Esto podría hacer que Europa empiece a buscar a nuevos proveedores de GNL, entre ellos Perú.
Asimismo, un reporte de la agencia Reuters señala que los precios del GNL se ubican en sus máximos históricos desde fines del 2021.
Diego Rosales, analista de hidrocarburos de Macroconsult, refiere que actualmente el principal mercado de exportación de Perú son los países del Asia (ver cuadro).
“Pero el conflicto de Rusia y Ucrania puede hacer aumentar aún más los precios y restringir suministros. Por lo que Shell, la empresa que compra el gas de Perú y lo exporta, puede aprovechar esta escalada y llevar más gas a Europa”, indicó.
Ello también beneficiaría al fisco peruano, pues con mayores precios de venta se pagarían mayores regalías, agregó. “El efecto sería inmediato, pues cada quince días se hace el balance del pago de regalías según el precio de exportación del gas”, anotó.
En ello coincidió Carlos Gonzales, especialista en hidrocarburos de Enerconsult, aunque precisó que esta coyuntura dependería del tiempo que tome el conflicto geopolítico.
“En principio es una oportunidad coyuntural, por unos meses, pero si se desencadena una guerra allí sí podría tomar años. Y hay que tener en cuenta que ya actualmente el gas de exportación paga más regalías que el mercado interno, por lo que esto favorecería a una mayor recaudación del Estado”, remarcó Gonzáles.
Un reporte del Consorcio Camisea señala que el Estado peruano, desde el 2010, ha recibido un ingreso de US$ 4,300 millones producto de la exportación del gas natural.
Perú envía en promedio alrededor de 60 buques al año de GNL, indicó en una reciente entrevista a El Comercio María Julia Aybar, gerenta general de Perú LNG, compañía que compra el gas del lote 56, lo procesa en una planta de licuefacción (Pampa Melchorita) y lo vende a Shell.
Aybar indicó que el precio que Perú LNG paga al Consorcio Camisea por el gas destinado a la exportación oscila entre US$7 y US$10 el millón de BTU, mientras que el gas para el mercado local nos cuesta US$2 por millón de BTU.
Planes a mediano plazo
Actualmente en Perú las reservas probadas de gas ascienden a 9.7 TCF (trillones de pies cúbicos). Hay una exportación del gas pendiente hasta por 1.6 TCF (para completar el contrato de exportación por 4.2 TCF), el cual saldrá de los lotes 56 y 57, y se estima culminar en el 2028.
Este proyecto exportador fue una de las palancas que impulsó el desarrollo del gasoducto que provee al mercado interno, por lo que Carlos Gonzáles sostiene que hacia el mediano plazo se deben replicar este tipo de experiencias con nuevos proyectos de exportación, pues señala que ello incentivará inversiones en exploración de nuevas reservas de gas.
“El lote 88 está reservado para el mercado interno y con la demanda proyectada, que es muy pequeña, alcanza para abastecer al mercado local para 30 años”, subrayó.
González criticó un informe presentado a inicios de año por una comisión multisectorial encargada por la Presidencia del Consejo de Ministros, la cual recomienda renegociar los contratos de los concesionarios de los lotes 56 y 57 para que no se exporte gas mas allá de los contratos iniciales, es decir, hasta el 2028. También se propone renegociar el contrato del gas del lote 58 para que se destine prioritariamente al mercado interno.
“No se puede decir al inversionista que invierta en exploración, con la condición de abastecer primero al mercado interno. Tiene que existir libertad para venderlo también en el exterior, sino no habrán nuevas inversiones”, advirtió.
Gonzáles remarca que actualmente Camisea produce alrededor de 1,600 millones de pies cúbicos de gas natural al día, de los cuales 600 millones se destinan al consumo interno y la misma cantidad para la exportación. Y los 400 millones de pies cúbicos restantes se reinyectan al subsuelo porque no existe la infraestructura necesaria, como ductos y tuberías, para llevarlo a todo el país.
El nivel de reservas probadas de gas en Perú ha venido disminuyendo en los últimos años. Diego Rosales explica que ello se debe a que hay reservas que han bajado de categoría, como las del Lote 58, debido a que se postergó el proyecto del gasoducto del sur.
“Cuando el gasoducto sur se cayó, el volumen del lote 58 perdió la condición de ser comerciales y borró 3.8 millones de pies cúbicos de gas. Ahora se puede aprovechar la ventana de oportunidad de precios con la exportación del gas (a Europa) promoviendo la firma de contratos (del lote 58). Eso ayudaría a recuperar los niveles de reserva”, sostuvo.