En días recientes el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) publicó el último dato de pobreza monetaria correspondiente al 2022, el que estuvo por encima del registro del 2021. La seguridad alimentaria también fue expuesta en los resultados.
La multidimensionalidad de la pobreza fue enfatizada por el INEI, y abarca dimensiones como salud, vivienda, empleo, seguridad y alimentación. Sobre esta última, precisó que el 36.2% de la población sufrió déficit calórico.
El déficit calórico es un indicador que se obtiene comparando el consumo de calorías adquiridas por el hogar con los requerimientos calóricos de cada individuo de acuerdo con la edad y sexo. Es decir, hace referencia al consumo de alimentos sin las calorías necesarias para el normal desarrollo de la persona.
Según el Centro Peruano de Estudios Sociales (Cepes), los registros de población con este déficit se mantuvieron por debajo del 30% entre el 2009 y 2019, y en niveles similares por encima del 25%.
No obstante, el indicador se fue deteriorando en los últimos años alcanzando registros del 32% en el 2020 y 2021.
“El estimado que realizamos para el 2022 queda corto con los resultados que ha sacado ahora el INEI. Eso significa que el hambre ha sufrido un revés considerable en el país, al menos eso lo podemos ver desde el componente referido al déficit calórico. Ya habíamos previsto que para este año, por toda la inflación acumulada, se preveía un salto en el déficit, y todas las otras variables que componen el hambre”, indicó Miguel Pintado, economista e investigador del Cepes.
Sobre esto último, el economista senior del Instituto Peruano de Economía (IPE), Gonzalo Manrique, señaló también el impacto de la elevada inflación en un menor consumo de alimentos clave.
“Tanto el bajo crecimiento como la alta inflación, que han incidido en una mayor pobreza, ha generado que se reduzca el consumo de algunos alimentos, lo que impacta en la variable (déficit calórico). Por ejemplo, encontramos que entre el cuarto trimestre del 2021 y el mismo del 2022, el consumo de carne de res se redujo en 7%, el de pescado en 3.8%, y el de leche en 10%. Son alimentos que son ricos en proteínas y pesan mucho como inputs de calorías”, indicó.
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¿Cuál es la relación entre pobreza monetaria y déficit calórico?
Pintado explicó que si bien los resultados van en línea con el mayor índice de pobreza monetaria del año pasado, no necesariamente una mejora en este indicador significaría que reviertan los resultados del déficit calórico, pese a ser conceptos relacionados.
Reflejo de ello, es que la proporción de personas que está en pobreza (27.5%) y pobreza extrema (5%) es consistentemente menor a la de las que padecen déficit calórico, y que el descenso en el indicador de pobreza en algunos años no fue acompañado por la misma dinámica por el lado del indicador calórico.
Al respecto, según una publicación en la revista Moneda del Banco Central de Reserva (BCR), se pueden encontrar hogares no pobres que padecen déficit calórico.
“El indicador de déficit calórico quizás recoge más las carencias de la población en cuestiones alimentarias. En los últimos tres años el indicador se ha deteriorado, quizás influenciado principalmente por el escenario inflacionario. Por otro lado, hay una aparente contradicción cuando se ve que los datos de pobreza se reducen y el déficit calórico avanza. Una hipótesis apunta a que el crecimiento económico no termina por generar un desarrollo real en la población, y eso se refleja con la vulnerabilidad ante choques como la pandemia o inflación.”, indicó Pintado.
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¿Cómo se debe enfrentar la pobreza multidimensional?
El economista del Cepes señaló que la pobreza multidimensional, puesto que contempla las carencias a nivel de varias dimensiones, no solo está influenciada por los ingresos de las familias, sino también por la presencia del Estado.
Como referencia, ComexPerú realizó un ejercicio de estimación de la pobreza multidimensional (PM) para el caso peruano durante el 2021, cuando encontró que el 38.9% de peruanos es pobre multidimensional, porcentaje por encima del de pobreza monetaria.
“El indicador de pobreza monetaria solo evalúa una dimensión de la pobreza. No obstante, si bien esta es medición es importante por los cambios coyunturales de la población dado, por ejemplo, impactos inflacionarios o en el mercado laboral, mediciones como la pobreza multidimensional dan información de cuestiones estructurales que son difíciles de cambiar. Las decisiones de política deben ir más allá del corto o mediano plazo, hay un Estado que se ha centrado en proponer programas sociales que, si bien han sido buenos, no han ido a la raíz del problema que son cuestiones estructurales, que la pobreza multidimensional evidencia”, anotó.
Dato
- Según datos del INEI, el costo de una canasta básica de consumo de alimentos y no alimentos ascendió a S/ 415 mensual por habitante en el 2022, registro por encima de los S/ 378 del 2021.