El golpe de la crisis sanitaria y económica en el país ocasionó que la pobreza monetaria afecte al 30.1% de peruanos en el 2020, un retroceso de casi 10 años (en 2010, incidió en el 30.8% de la población). ¿Qué se espera para el 2021?
En línea con el “rebote” estadístico esperado para la economía peruana, el porcentaje de pobreza se reduciría y se ubicaría en alrededor de 24%, según los estimados de Macroconsult, pero esto no significa una mejora total, puesto que aún se mantendrá por encima del nivel precovid (2019: 20.2% de población).
Si bien el aumento de la pobreza experimentado debería ser transitorio, una economía estancada “podría convertirla en un problema crónico”, es decir, personas que pasaron a condición de pobreza, y se mantienen ahí por un largo tiempo, lo que termina por afectar su condición de vida para el largo plazo.
“Lo que estábamos esperando, antes de la incertidumbre política, era que la economía creciera a un ritmo mayor. Ahora estamos creciendo algo más parecido a un 2.5%, cuando antes teníamos un 4.5% (para 2022). Eso sí está haciendo que la proyección (de pobreza) para el próximo año se mantenga plana. Te estas estancando en el 24%, cuando hubiéramos esperado que desde el 2022 la pobreza empiece a caer a un ritmo lento”, comentó a Gestión, Álvaro Monge, socio y gerente general de la consultora.
Yohnny Campana, asociado de Macroconsult, agregó que lo que ha cambiado respecto a las expectativas de mediano plazo, es lo que ahora se espera que ocurra en el mercado laboral. “Antes se esperaba algo más auspicioso, pero lo que ha ocurrido hasta ahora es que el empleo que se ha recuperado es sobre todo el informal”, mencionó.
La desigualdad
En sus cifras de junio, Macroconsult esperaba que en el peor escenario económico (“crecimiento” de 0% hacia el 2026), la pobreza afecte al 27% de la población tras cinco años. Sin embargo, la coyuntura actual los llevó a incorporar a ese escenario pesimista el componente de desigualdad, con lo que la pobreza terminaría afectando al 29% de la población.
Monge mencionó que hay algunos factores que podrían llevarnos a un incremento de la desigualdad: problemas presupuestarios con una economía creciendo a 0%, lo que obligue a desmontar algunas políticas sociales; ineficiencias o mal manejo de recursos; y -aunque no es tan claro su impacto- un efecto inflacionario que pueda afectar de manera particular a las personas que menos ganan.
En cambio, en un escenario positivo, si economía se expandiera 3.5% hasta el 2026, y se redujera la desigualdad, la pobreza afectaría al 17% de la población, es decir incluso por debajo del 2019.
El bono
Monge y Campana coincidieron que el otorgamiento del nuevo bono debió tener una mejor focalización, buscar atender a las personas vulnerables o engrosar programas sociales.
-Consumo per cápita se recuperaría recién en 2023-
A diferencia del PBI, el consumo de los hogares no se recupera a niveles prepandemia (ver gráfico), según data de Macroconsult.
Si bien las cifras ya se alejaron de su peor resultado en el segundo trimestre del 2020 (cuando se establecieron cuarentenas rígidas para mitigar los contagios del covid-19), todavía están por debajo del 2019.
Álvaro Monge y Yohnny Campana, economistas de la consultora, explicaron a Gestión que no se espera una recuperación del consumo de hogares per cápita hasta finales del 2023.
“El 2021 es un año de rebote y el 2022 es un año donde vas a crecer tímidamente a un 3%, todavía estás lejos de los niveles prepandemia. Entonces, en esa línea, sobre el consumo de hogares, todavía nos mantenemos varios puntos por debajo del 2019 en todo el horizonte de proyección”, comentó Monge.
Cabe recordar que en junio, se esperaba que el gasto per cápita mensual de los peruanos suba de S/ 673 a S/ 716 este año (Gestión 25.06.2021).