Los precios del petróleo repuntaron el jueves luego de derrumbarse durante diez días, gracias a compras a buen precio en un contexto de amenazas de reducción aún mayor de las exportaciones rusas de energía.
El Brent del mar del Norte para entrega en noviembre ganó así 1.30% para cerrar en US$ 89,15 en Londres.
En tanto el West Texas Intermediate (WTI) para octubre ganó 1.95% a US$ 83,54.
Las dos referencias del mercado del crudo cerraron el miércoles a su nivel más bajo desde enero. En diez días, el WTI perdió 16%.
“El movimiento de venta fue demasiado lejos”, resumió Daniel Ghali, de TD Securities.
Para este analista, la caída de los últimas semanas se explica sobre todo por la salida masiva de inversores que habían apostado a la disparada del crudo desde febrero. Estas salidas redujeron la liquidez en el mercado y acentuaron su volatilidad.
La amenaza de Vladimir Putin de detener por completo las exportaciones rusas de hidrocarburos en caso de que entre en vigor un tope a los precios de crudo ruso como quieren el G7 y la Unión Europea, también apuntaló al petróleo.
El mercado ignoró por completo el informe de reservas en Estados Unidos, más bien bajista para el petróleo.
Esas reservas comerciales aumentaron masivamente la semana pasada, según cifras publicadas el jueves por la Agencia estadounidense de Información sobre Energía (EIA), para sorpresa de los analistas.
En la semana que terminó el 2 de setiembre, las reservas comerciales de crudo aumentaron en 8,8 millones de barriles (mb), cuando los analistas esperaban una caída de 1,9 mb.
La amplitud de este incremento se ve relativizada por el descenso de 7,5 mb de las reservas estratégicas, que el gobierno introduce en el mercado para moderar los precios de los combustibles.