Debido a la prioridad que se ha dado en el abastecimiento de combustibles ante situaciones de emergencia, ante el cierre de puertos que afecta el transporte de GLP desde la planta de Pluspetrol en Pisco al resto del país, en el primer orden en el suministro figura su consumo doméstico (gas envasado).
Esa situación ha llevado a que se produzca un desabastecimiento en la entrega del GLP a granel. Pero ¿quiénes consumen GLP a granel?
El exdirector de hidrocarburos de la Dirección General de Hidrocarburos del Minem, Gustavo Navarro, recordó que el GLP a granel se usa no solamente para su consumo vehicular, especialmente para zonas que no tienen acceso al GNV, sino también en diversas actividades productivas.
En el sector comercio es utilizado en muchos restaurantes, hoteles, lavanderías y en diversas empresas de servicios; mientras que, en el sector industrial, se usa extensamente en la industria avícola, para la crianza de pollos en ambientes climatizados.
LEA TAMBIÉN: Abastecimiento de GLP en los grifos se regularizará en 24 horas, según el Minem
Consumo del GLP
Hoy día, anotó, el GLP es el segundo combustible líquido más vendido en el Perú, del cual el 75% lo suministra Camisea (a través de la planta de Pluspetrol), un pequeño volumen proviene de las refinerías nacionales y otras plantas, y un 20% se tiene que importar.
Pese a la importancia del GLP para el consumo nacional, Navarro advirtió que la norma que exige a los productores y mayoristas tener un stock mínimo equivalente a un inventario promedio de 15 días de ventas, está suspendida.
Explicó que, si bien en su momento Petroperú avanzó en implementar un buque tanque que sirviera como almacenaje de GLP, las empresas en el sector privado no cumplieron con invertir en ampliar capacidad de almacenaje de ese gas, ante lo cual el Ministerio de Energía y Minas (Minem) decidió suspender esa norma hace algunos años.
Por ello, Navarro indicó que resulta inaudito que hoy se esté produciendo el cuarto episodio de cierre de puertos y consiguiente desabastecimiento de GLP en lo que va del 2022, sin que se estén tomando medidas para resolver este problema.
LEA TAMBIÉN: Desabastecimiento de GLP: oleajes persistirán en litoral hasta el jueves, alerta Marina de Guerra
Hay tres alternativas
Ante esta situación, el especialista señaló que hay al menos tres alternativas que se pueden abordar para enfrentar esta crisis en el suministro del GLP.
La primera, indicó, es reemplazar el consumo de ese producto por el gas natural, considerando que este último es un recurso abundante en el país, y no se tiene que importar, como sucede con el gas licuado de petróleo.
La segunda alternativa, anotó, es que el Estado convoque a un concurso para la construcción de un poliducto que permita bombear los líquidos del GLP (propano y butano) desde la planta de Pisco hasta Lima.
Recordó que ya anteriormente ProInversión había puesto en cartera la construcción de un poliducto como una iniciativa en APP, pero que finalmente ese proceso no se continuó.
Señaló que el Perú es el único país de la región que no cuenta con ese poliducto, mientras que países como Chile, Colombia, Argentina, Brasil o Bolivia construyeron y operan ya este tipo de infraestructura.
Más almacenamiento y masificación
Para Diego Rosales, especialista de Macroconsult, la solución es facilitar la inversión en la construcción de más infraestructura de almacenamiento de GLP, como la que acaba de desarrollar, por ejemplo, la empresa Sol Gas, en tanto que Pluspetrol, destacó, acaba de anunciar que incrementará su capacidad de despacho en su terminal para GLP, e indicó que lo mismo se podría hacer en la planta de Petroperú en el Callao.
Otra alternativa, consideró, está planteada en el proyecto de ley que presentó el Ejecutivo al Congreso para promover la masificación del gas natural, en la parte que propone el financiamiento para la ampliación de la capacidad de almacenaje de gas licuado de petróleo.
No obstante, señaló que se debería tener cuidado al momento de reglamentar esa norma (una vez que la apruebe el Congreso), en el sentido de que no se destine todo el financiamiento a proyectos donde la petrolera estatal sea el propietario, sino más bien a concesiones que permitan tener a operadores privados.