El sector de pesca cerró el 2023 en rojo, impactado por una serie de condiciones climáticas y económicas desfavorables. Según las proyecciones del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), la producción pesquera caerá 17.6% y será el sector más golpeado del año que culminó.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) muestran que la producción de pesca dejó de registrar caídas mensuales desde agosto, el promedio del año no es alentador especialmente para la parte industrial o de consumo humano indirecto, que hasta hace unos meses estaba pasando por su momento más crítico en los últimos 25 años.
Como se recuerda, las altas temperaturas en el mar peruano provocaron que especies como la anchoveta se profundicen y no se realice la primera temporada de pesca, afectando principalmente la producción para el consumo humano indirecto, es decir, la fabricación de harina y aceite de pescado.
El presidente de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), Eduardo Ferreyros, califica el 2023 como “un año de pérdida para el sector pesquero industrial”.
“Todavía se está midiendo el impacto; sin embargo, como consecuencia de la no apertura de la primera temporada de pesca del año, se dejaron de exportar US$ 1,400 millones de harina y aceite de pescado”, comentó Ferreyros.
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En los últimos años el Perú ha sido el primer exportador de harina y aceite de pescado en el mundo y la SNP señala que la falta de participación del país en este mercado ha generado un alza en los precios internacionales de estos insumos. Sin embargo, pese a los ligeros avances de los últimos meses, este duro 2023 hará que la rentabilidad de las empresas pesqueras sea negativa.
“Lo más probable es que todas las empresas de pesca industrial terminen el 2023 en rojo, es decir, el golpe no será solo para las empresas sino también para el fisco; que dejará de recibir renta”, señala.
¿Funcionó la segunda temporada de pesca?
Aunque la SNP señala que la autorización de la segunda temporada de pesca de anchoveta en la zona centro norte del país fue una decisión tardía y de una cuota muy limitada, sí reconocen que permitió amortiguar en parte las grandes pérdidas acumuladas por el impacto que sufrió el sector en los primeros meses del 2023.
Ferreyros señala que las capturas logradas con esta segunda temporada se traducirán en alrededor de US$ 600 millones en exportaciones de harina y aceite de pescado.
“Adicionalmente, la segunda temporada de pesca de anchoveta ha permitido reactivar el empleo, activar compras a proveedores en las principales ciudades pesqueras como Chimbote, Chicama y Callao; especialmente a las MYPES dedicadas al mantenimiento de equipos, mecánica, logística, transporte, almacenamiento, entre otras”, sostiene.
Solo en el lado del empleo, esta reactivación del sector pesquero industrial hizo que 18 mil tripulantes retomarán sus labores, con un ingreso mensual de S/ 63 millones en salarios. Anteriormente un estudio de Macroconsult estimaba que con la restricción a la primera temporada de pesca se perdieron alrededor de 1,500 puestos de trabajo mensuales, de los cuales 342 eran empleos permanentes.
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Pesca de consumo directo siguió creciendo
A pesar del impacto que se observa en el promedio del sector, la pesca de consumo directo está cerró el 2023 en positivo, afirma la Asociación de Conserveros del Perú.
“El cierre del sector en lo que es consumo humano directo, el sector conservero creció el 2023 entre 10% a 20% respecto al año anterior. Esto se debe a la presencia de una buena cantidad de jurel y del bonito, ha habido poca caballa por la ausencia del recurso”, sostiene el presidente de la Asociación de Conserveros, Jesús Veliz.
Si bien los efectos climáticos impactaron en la pesca de anchoveta y evitaron la producción de conservas de este pescado, el incremento de la temperatura en el mar generó la afluencia de otras especies marinas a nuestro territorio marítimo, lo cual compensó los oleajes anómalos que afectaron durante el 2023 a los pescadores.
“Efectivamente el oleaje ha perjudicado con el cierre de puertos temporal, pero luego se ha compensado cuando se ha podido pescar bastante recurso de bonito y jurel, ha habido de alguna manera un balance”, comentó.
Y con la oferta regular, el representante de la Asociación de Conserveros del Perú indica que los precios se han mantenido sin variaciones durante el 2023, excepto en las fechas en las que hay cierre de puertos, que pueden aumentar el precio del producto marino hasta en 30%.
“Pero luego vuelven a la normalidad, los precios siguen igual y se espera que se mantengan para el 2024″, agregó.
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¿Qué se espera para el 2024?
Aunque el 2023 la pesca fue el sector más golpeado, el BCRP proyecta que el 2024 se coronará como el de mayor crecimiento, con un avance 10.5% en un escenario de un Fenómeno el Niño moderado. Si bien esta no es una recuperación total sino más bien un rebote, este año brinda mayores expectativas para la industria pesquera.
En el caso de la pesca industrial, la SNP indica que desde el último trimestre del 2023 se han mejorado las condiciones ambientales y se espera que se vayan normalizando a lo largo del 2024, pero también esperan acciones por parte del Gobierno.
“Se requiere que las temporadas de pesca de anchoveta, que son claves para el crecimiento del país, inicien oportunamente. La única variable que el gobierno no puede cambiar son los efectos negativos del clima, pero éste es cambiante, y apenas hay evidencias que las condiciones estén favorables, científicamente comprobadas, las decisiones para autorizar la pesca deben ser inmediatas y no perder oportunidades”, dice Ferreyros.
Por su parte, el gremio de conserveros de pescado solicita que el Gobierno otorgue una mayor cuota de pesca a las embarcaciones artesanales, que son las que abastecen permanentemente a la industria conservera.
“Lo que pedimos para el 2024 a la ministra de la Producción es que la cuota mayor para jurel y caballa sea de mayor proporción para las embarcaciones artesanales y de menor escala, y para las industriales debe ser una cuota mucho menor porque ellos pescan para exportar y no para abastecer”, señala Veliz.
Asimismo, se espera que se aumente en un 20% la cuota de pesca de bonito para los pescadores artesanales teniendo en cuenta que las aguas cálidas que generará el Fenómeno el Niño atraerán a más peces de esta especie.