La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) presentó hace unos meses una propuesta de reforma que busca perfeccionar el modelo de financiamiento de partidos políticos en el Perú. La iniciativa no busca cambiar el sistema mixto existente, sino optimizar su funcionamiento para evitar la participación de economías ilegales en el financiamiento político.
Actualmente la legislación permite que el Estado financie directamente e indirectamente a los partidos, mientras que las personas también pueden realizar aportes, pero está prohibido que las empresas lo hagan.
El jefe de la ONPE, Piero Corvetto, explicó que la modificación propuesta apunta a permitir que los privados nacionales y extranjeros puedan aportar a la política, con el fin de combatir el posible financiamiento proveniente de economías ilegales, cuya presencia crece cada vez más.
“Si los empresarios no invierten en política, la próxima elección puede ser financiada por la minería ilegal o la tala ilegal y el narcotráfico y nos vamos a acercar a una elección en donde ellos tengan el poder”, advirtió durante su participación en el evento “Análisis de propuestas para el financiamiento privado de partidos políticos” de ESAN.
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Corvetto recordó que se estima que hay entre 500 y 600 distritos que son controlados por economías ilegales, y 600,000 personas que viven de estas actividades, por lo que nunca antes ha habido tanta penetración de las economías ilegales.
Pero, indicó que los cambios en las leyes no lo arreglan todo. El jefe de la ONPE añadió que tiene que haber un acuerdo político amplio entre candidatos y partidos para comprometerse a no recibir dinero ilegal.
“Sería un absurdo decir que el Estado puede financiar todas las campañas políticas. El funcionamiento de los partidos y la política cuesta mucho dinero y no hay país que esté en capacidad de poderlo pagar. Por eso se necesita que los privados puedan aportar”, añadió.
Precisó que la ONPE planea implementar una plataforma de “cuentas claras” para la elecciones presidenciales de 2026, siguiendo el modelo de transparencia de Colombia.
Corvetto afirmó que esta herramienta permitiría a los ciudadanos monitorear en tiempo real el uso de fondos de cada partido, fortaleciendo la fiscalización del financiamiento político.
“Desde la ONPE nos comprometemos a tener toda la información a disposición de los ciudadanos. Hoy ya tenemos todo digitalizado, todos los ingresos de los partidos y los candidatos para que la gente pueda cualquier ciudadano pueda bajarse la información. Para marzo vamos a tener todos los módulos que puedan permitirles a cada uno de ustedes descargar la información de gastos”, afirmó.
Carlos Meléndez, politólogo de 50+1, coincidió con la importancia del financiamiento privado. Destacó que el financiamiento público actual ha alcanzado los S/ 107 millones desde 2017, sin reducir la desigualdad de oportunidades en la participación política.
Señaló que el principal problema es la informalidad. El experto sostuvo que no podemos pensar en que solo un ciudadano ideal financie a los partidos desde su bolsillo, mientras ignoramos que en el Perú la informalidad sigue creciendo.
Por ello, resaltó la necesidad de modificar los artículos 30 y 35 de la Ley de Organizaciones Políticas para permitir que personas jurídicas con fines de lucro nacionales y personas jurídicas sin fines de lucro extranjeras aporten fondos. Esta medida incluiría aportes con límites de hasta 200 Unidades Impositivas Tributarias (UIT) por año.
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Se necesita mejorar el gasto
Corvetto, de la ONPE, recordó que actualmente los partidos con representación congresal reciben S/ 78 millones como parte del financiamiento público, monto que es distribuido en cinco años y utilizado en principalmente para funcionamiento y un 50% en actividades de formación e investigación; indirecto, que es la franja electoral.
Sin embargo, en lo referente a capacitación el gasto de los partidos políticos peruanos no resulta el ideal. De cada S/ 4 que se le da a las organizaciones políticas al cierre del último trimestre de este año para capacitación y formación, los partidos gastan S/ 1.
“Hay que gastar más y mejor en participación porque ese gasto puede convertirse en un símbolo virtuoso para hacer política. ¿Por qué ese dinero que le da el Estado no se invierten en pagar diplomados o maestrías en Gestión Pública? Te va a poder generar mejores militantes, más capacitados para que puedan ser partido del Gobierno o una buena oposición”, agregó Corvetto.
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