Se dio la vacancia del ahora expresidente Martín Vizcarra y asumió el presidente del Congreso, Manuel Merino ¿Cómo analizan desde Moody’s la coyuntura con este cambio?
Lo que vemos es que básicamente se le está dando carta blanca al Congreso para que pueda aprobar medidas populistas, incluyendo todo tipo de reformas o deformas. Es bastante preocupante lo que este cambio puede implicar en el corto plazo. Muy probablemente la calificación del país se va a tener que revisar, porque se culmina todo un ciclo de deterioro institucional.
Moody’s tenía previsto la revisión de la calificación para el 2021, ¿lo adelantarán?
Sí, siempre podemos salir del cronograma para afirmar la calificación, que como mínimo se realiza una vez cada dos años. Pero si es que hay algún evento que nos haga cambiar de opinión, entonces se pueden hacer cambios de la calificación en cualquier momento.
¿Y lo harán ahora?
Es posible, pero tenemos que ver dos cosas: primero, qué gobierno surge de esta transición política, y quienes serán los ministros del gabinete; y segundo, cuál es la agenda del gobierno, y si es que hay una suerte de tregua con todas esas medidas populistas, que eventualmente le van a empezar a pasar factura a la calificación.
¿Cuándo realizarían la revisión de la calificación?
Estaremos monitoreando lo que pasa, la perspectiva de recuperación económica, las cuentas fiscales y las medidas fiscales. Tanto las agencias y los inversionistas valoran la estabilidad de tal manera que haya mayor predictibilidad y que no genere volatilidad en el corto plazo. En este caso, por lo menos estaremos evaluando y observando un mes, y con ello ya tendríamos un escenario mejor definido.
¿Calificación o perspectiva?
Siempre empezamos con un cambio en la perspectiva para no ser volátiles e impredecibles. En este caso en realidad hay dos opciones, o mantener la perspectiva estable, que tiene la calificación A3 en Perú, o que pase a perspectiva negativa y dependerá de lo que pase en las próximas semanas, pero nos daríamos alrededor de un mes.
¿Cuál es su mayor preocupación?
Lo que nos preocupa es el deterioro que hemos visto en el perfil fiscal por efecto de la pandemia y el hecho de que no hay un ente que le pueda poner un freno a las iniciativas populistas del Congreso, como lo teníamos con el MEF bajo un Ejecutivo distinto. Es el balance de poderes.
¿Qué debería ocurrir para dar una buena señal?
Importantísimo es el perfil de los ministros de Economía, de Comercio Exterior, de Energía y Minas, y de Producción, que sean no políticos, que sean personas sumamente técnicas, que sea gente conciliadora que trate de entender al Congreso. Eso daría un mensaje conciliador y tranquilizador al país y a los inversionistas extranjeros.
Hay voces de un gabinete “de repartija”, supuestamente en las bancadas que apoyaron la vacancia…
Hemos escuchado la propuesta, si asumen ministros puramente políticos que no están en su competencia los ministerios que están tomando, eso sí podría ser una mala señal, porque no habría un balance de poderes, ni una opinión técnica.
Hoy (ayer) el sol se depreció y los bonos peruanos se han deteriorado…
Son dos reacciones, una es lo que mencionas en cuanto hay un elemento natural por la incertidumbre que siempre genera una transición de gobierno, pero lo que hemos visto sobrepasa el efecto de estas transiciones normales.
¿En qué medida se ha sobrepasado?
Lo hemos visto ante la renuncia del presidente PPK, en la que hubo una pequeña reacción, en la que se movieron los indicadores financieros, pero no a esa magnitud. La razón es el contexto, uno por la pandemia, y dos, por el hecho que los mercados se están preocupando por temas como la reforma de pensiones.
Se están preocupando de que no haya quien les ponga freno a las medidas populistas del Congreso. Eso ya se está pensando a sentir en los indicadores financieros, que en el corto plazo empezarán a desarrollar bastante volatilidad y luego la calma, hasta que se vayan acercando las elecciones, periodo que también genera cierta volatilidad.
En el tema de pensiones hay dos proyectos pendientes, la liberación de las 4 UIT de las AFP y los aportes de la ONP. ¿Qué preocupa más a los inversionistas?
En realidad, en el caso de las AFP, el margen de las 4 UIT siempre se vio como un desarrollo negativo, pero con un riesgo menor ante el tema de los aportes de la ONP, eso sí se ve en un riesgo mucho más grande en cuanto a las cuentas fiscales. Ahí el MEF se estaba concentrando más en eso con medidas para tratar de contrarrestar esa opción.
Con la insistencia el tema de los aportes de la ONP podría proceder, sin mayor objeción del Ejecutivo…
A falta de un Ejecutivo independiente esta medida se tendría que llevar al Tribunal Constitucional para decidir la constitucionalidad de dicha medida.
La recuperación de la economía se venía desacelerando en los últimos meses, este no ha sido determinante en el proceso de vacancia contra Vizcarra, pero había algunas falencias en la gestión del Gobierno…
En cuanto al tema económico sí estuvieron bien articulados, donde claramente le faltó al gobierno de Vizcarra fue el tema de gestión ante la pandemia, ante temas sanitarios. Me parece que mordió más de lo que podía masticar con tema de las cuarentenas, de tratar de contener la pandemia. Efectivamente dejó en evidencia ineficiencias brutales en el Estado que no parecía que estaba corrigiendo y ahí, sin lugar a dudas, la gestión falló.
Entró Manuel Merino al Ejecutivo ¿Qué mensaje le dejó su discurso?
Fue un discurso breve que no señaló acciones concretas, sino más generales, y nuevamente dependerá de cada cartera ministerial que defina la mejora en la gestión del Estado. Fue un mensaje bastante político en línea con el perfil del nuevo presidente, y nuevamente todo recae en el nuevo gabinete.
¿Cuáles son las tres decisiones económicas que se deben priorizar?
Primero, asegurarse que no haya muchos cambios en el presupuesto, limitar que se exceda el gasto innecesariamente sabiendo que el gasto es improductivo. Segundo, continuar con el empuje y esfuerzo que se tenía de reactivar la inversión pública, en la que ya se veía un crecimiento en setiembre y octubre. Se tiene que continuar y acentuar. Y, tercero, mantener la confianza de los mercados, tanto doméstico como internacionales reiterando el compromiso de mantener un equilibrio fiscal, más allá de los gastos que se tienen que dar para reactivar la economía en la pandemia.
Es posible que se recurra a nuevas emisiones ¿Hay espacio para emitir bonos?
Dependerá de qué términos, de cómo se encuentren las condiciones de fondeo. Si es que los inversionistas extranjeros van a estar dispuestos a financiar o darle financiamiento al Perú en buenas condiciones.
El Perú tenía muy buenos términos de financiamiento que hoy se han deteriorado a raíz de la incertidumbre de la transición política y tenemos que ver si es que se dan los mensajes conciliadores, si se da un gabinete técnico y eso ayuda a aliviar los costos de financiamiento.
Ahí ya sería determinar mediante tanteo de medir el equilibrio óptimo entre contener gastos y contratar deuda.
Con el cambio de gobierno, como se dijo antes, se han deteriorado los bonos ¿Cuánto debería durar la incertidumbre?
La incertidumbre no debería durar mucho, solo días y no más de dos semanas, ya que el nuevo presidente ya asumió el cargo y debería juramentar al gabinete en los próximos días. Ahora depende de los actores políticos, del presidente del Gobierno, de cómo llevan y le dan fin a la incertidumbre.
Para tener un mensaje claro sobre este tema ¿Cómo impactó la subida de la tasa de interés en los bonos peruanos en la economía?
Le quita recursos tanto al gobierno como al sector privado para generar, en el caso del sector privado mayor empleo e inversión. Por otro lado, si el gobierno se financia a tasas más altas, le quitas recursos que se pueden gastar en muchas otras cosas como educación y salud.
La meta de captar recursos a bajos costos siempre es importante para poder construir infraestructura, para poder financiar todos los gastos del gobierno y no quitar recursos que se pueden destinar a otras cosas.