Las acciones mundiales han registrado una ganancia de 11%, pero los principales mercados de bonos gubernamentales de Estados Unidos y Alemania han tenido su primer semestre más difícil desde el 2013 pese a que los últimos meses fueron mejores. (Foto: iStock)
Las acciones mundiales han registrado una ganancia de 11%, pero los principales mercados de bonos gubernamentales de Estados Unidos y Alemania han tenido su primer semestre más difícil desde el 2013 pese a que los últimos meses fueron mejores. (Foto: iStock)

Tras las oscilaciones sin precedentes provocadas por la pandemia en los mercados financieros mundiales el año pasado, era obvio que el 2021 no iba a ser aburrido, y así lo está demostrando.

Los programas de vacunación y algunos de los mayores estímulos fiscales y del banco central jamás vistos resultaron convincentes.

El alza del 45% del petróleo será su mejor comienzo de año desde el 2009, las acciones mundiales están en camino de su segundo mejor primer semestre desde 1998, la madera está en llamas y las amadas “acciones meme” de y de los inversores aficionados han subido más de un 2,500% y un 1,000%, respectivamente.

Agregue a eso otra carrera salvaje del bitcóin, el arte digital que se vende por decenas de millones de dólares pese a estar gratis en Internet y los grandes giros en los mercados de bonos del gobierno y empezará a hacerse una idea.

“Ha sido un año extremadamente dramático”, dijo Hans Peterson, de SEB. “Los vaivenes han sido enormes. No ha sido un año fácil, ha sido bastante tumultuoso”.

Las acciones mundiales han registrado una ganancia de 11%, pero los principales mercados de bonos gubernamentales de Estados Unidos y Alemania han tenido su primer semestre más difícil desde el 2013 pese a que los últimos meses fueron mejores.

Los analistas de calculan que los planes de gasto del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, elevarán el recuento actual del estímulo fiscal y monetario global durante los últimos 15 meses a US$ 30.5 billones, una cantidad equivalente a las economías de China y Europa juntas.

Solo los bancos centrales han comprado US$ 900 millones en activos financieros por hora. Eso ha impulsado un alza de US$ 54 billones en valores de acciones globales, pero también significa que la inflación estadounidense se anualiza ahora en un 8% en comparación con un promedio de 3% en los últimos 100 años.

“El espíritu de la época del primer semestre ha sido el estímulo fiscal en Estados Unidos y su relación con los mercados de bonos”, dijo Eric Theoret, de Manulife Investment Management, al tiempo que agregó que también sería crucial en el futuro.

Petróleo en llamas

Otros movimientos sísmicos han sido el aumento del petróleo, el alza del 20% del cobre y un salto del 30%-40% en la madera y alimentos básicos como el maíz y la soja, que está avivando tanto la inflación como otros mercados.

El fuerte avance del crudo llevó a que el dólar canadiense y el rublo ruso tuvieran un fuerte desempeño. Los metales ayudaron a impulsar el rand sudafricano, pero no al dólar australiano.

A la libra esterlina le fue bien gracias al rápido programa de lanzamiento de la vacuna contra el COVID-19 en Reino Unido, mientras que el yen y el euro, donde el progreso en el frente de la inoculación ha sido más lento, han caído un 6.7% y un 2.5%, respectivamente.

Giro real

Los mercados emergentes también han experimentado grandes movimientos. La carrera de Brasil para subir las tasas de interés en los últimos meses ha visto a su moneda pasar de ser la de peor desempeño del mundo a fines del primer trimestre a la mejor, con un avance acumulado de 5.5%.

En el otro extremo de la tabla, Colombia y Perú se han visto golpeados por la incertidumbre política y la lira turca continuó el descalabro de 20% del año pasado con un desplome adicional de 14%.

Es de destacar que la lira tuvo el mejor desempeño a nivel mundial en las primeras seis semanas del 2021. Luego, el rendimiento de los bonos y los precios de la energía subieron y el presidente Tayyip Erdogan despidió a otro banquero central.

Las cosas han sido aún más salvajes en los criptomercados, donde el bitcóin se disparó desde US$ 29,000 a casi US$ 65,000 en abril, solo para volver a caer a US$ 36,000 cuando países como China endurecieron las regulaciones.

Una explosión de ‘tokens’ no fungibles (NFT, por sus siglas en inglés), un tipo de activo criptográfico usado para rastrear la propiedad de activos digitales intangibles como imágenes, videos y música, hizo que el ‘collage’ digital alcanzara los US$ 69.3 millones en marzo, mientras que el primer tuit del jefe de Twitter, Jack Dorsey, se vendió por US$ 2.9 millones en formato NFT.

Desde sus picos de principios de año, los fondos o acciones vinculados a la innovación (ARK Innovation Fund, Tesla, acciones de energía solar, de BioTech y firmas de adquisición de propósito especial o SPACs por sus siglas en inglés) han bajado entre un 15% y 30%, aunque ha habido un repunte desde mayo.

El quinteto FAANGS de Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google ha subido 10% este mes por ejemplo.

“Estamos en una recuperación muy inusual, por supuesto”, dijo Vincent Manuel, de Indosuez Wealth Management, agregando que muchos inversores se rascaban la cabeza para averiguar por qué el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años bajó a 1.5% después de que la Reserva Federal adelantó las expectativas futuras de alzas de tasas de interés en Estados Unidos.

“Hay una paradoja”, dijo Matt King, estratega de Citi. “Cuanto más éxito han tenido la Fed y los otros bancos centrales en impulsar todo, más dependientes se han vuelto los mercados de la continuación de ese flujo de liquidez”.