Los precios del cobre caían este miércoles, debido a que el temor a una rápida subida de las tasas de interés, la desaceleración del crecimiento económico y más sanciones a Rusia mellaban el apetito por el riesgo y llevaban al dólar a su nivel más fuerte en casi dos años.
El cobre de referencia a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) bajaba un 0.6% a US$ 10,391 la tonelada a las 1058 GMT.
Los comentarios agresivos de la Reserva Federal de Estados Unidos “restaron fuerza a la remontada”, dijo el analista de Saxo Bank Ole Hansen. “El mercado está preocupado por la desaceleración económica”, agregó.
Pero el cobre, que se utiliza en los sectores de energía y construcción, se mantenía cerca de un máximo histórico de US$ 10,845 alcanzado el mes pasado y Hansen predijo nuevas subidas de precios porque la oferta es escasa y se necesitará más metal para la descarbonización del mundo.
Los precios de las acciones mundiales caían, los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense alcanzaban máximos de varios años y el dólar se fortalecía, ya que los inversores apostaban por un endurecimiento agresivo de la política monetaria de la Fed el próximo mes.
Una moneda estadounidense más fuerte encarece los metales que cotizan en dólares para los compradores extranjeros.
Las expectativas de nuevas sanciones a las exportaciones energéticas rusas hacían subir los precios del petróleo.
China, el mayor consumidor de metales, se enfrenta a su ola de COVID-19 más grave desde el brote de Wuhan y la actividad manufacturera y de servicios china se contrajo en marzo.
Los pedidos industriales alemanes cayeron más de lo previsto en febrero, según los datos.