Los precios del cobre operaban al alza este martes debido a que los usuarios industriales buscaban material entre unos inventarios en declive, con una acumulación además de compradores especulativos.
A las 1015 GMT, el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) subía un 1.3%, a US$ 10,323 la tonelada. El contrato de cobre de noviembre más negociado en la Bolsa de Futuros de Shanghái cerró con una ganancia de 0.2%, a 75,810 yuanes (US$ 11,834.77) la tonelada.
El cobre de la LME ha trepado un 15% en menos de dos semanas, acercándose al máximo récord de US$ 10,747.50 alcanzado en mayo, respaldado por inventarios en descenso y preocupaciones sobre la inflación.
“Los especuladores buscan materias primas como cobertura de la inflación y los compradores físicos quieren obtener la mayor cantidad de material posible”, dijo Gianclaudio Torlizzi, de la consultora T-Commodity. “Las políticas de cambio climático cambian las reglas del juego, aumentando la demanda de cobre en todo el mundo, por lo que China ya no es el principal impulsor”.
La prima del cobre al contado de la LME sobre el contrato de tres meses alcanzó un récord de US$ 1,103.50 la tonelada el lunes, en comparación con sólo 55 dólares una semana antes, lo que indica inventarios extremadamente ajustados a corto plazo. La prima bajó a US$ 740 este martes.
Los precios del metal eran apoyados además por un dólar más bajo, que abarataba las materias primas para los tenedores de otras divisas.
Un apoyo adicional provino de la amenaza de una comunidad peruana de bloquear un camino minero utilizado por el yacimiento cuprífero Las Bambas, propiedad de MMG.
Los inventarios de cobre on-warrant de la LME cayeron a 14,150 toneladas el viernes, su mínimo desde 1998, con una entidad controlando entre el 50% y el 79% de los warrants de cobre de la LME y los futuros a corto plazo, según los datos del operador.