La OPEP+ insiste en los factores de riesgo sobre la demanda para justificar el mantenimiento de su política prudente. También menciona las nuevas alzas de contagios de COVID-19 observadas en Rusia y China.
La OPEP+ insiste en los factores de riesgo sobre la demanda para justificar el mantenimiento de su política prudente. También menciona las nuevas alzas de contagios de COVID-19 observadas en Rusia y China.

Los miembros de la OPEP+ acordaron el jueves limitar el aumento de su producción a 400,000 barriles diarios en diciembre, a pesar de que los consumidores pedían medidas más importantes para moderar la subida de precios.

La producción mensual del cartel “se ajustará al alza en 400,000 barriles diarios para el mes de diciembre”, anunció la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en un comunicado tras una cumbre de sus 13 miembros junto a sus diez aliados a través del acuerdo OPEP+.

Los 23 ministros reunidos por videoconferencia optaron por seguir su hoja de ruta y no separarse de la línea de producción adoptada el 18 de julio.

Una estrategia que aumenta sus beneficios al dejar, por ahora, cerca de 4 millones de barriles al día bajo tierra.

La OPEP+ insiste en los factores de riesgo sobre la demanda para justificar el mantenimiento de su política prudente. También menciona las nuevas alzas de contagios de COVID-19 observadas en Rusia y China.

La crisis se mantiene, debemos prestar atención y no dar las cosas por terminadas”, afirmaba a finales de octubre el ministro saudí de Energía y líder de la OPEP, Abdelaziz bin Salmán.

Los miembros del OPEP+ hacen oídos sordos a los llamamientos de los consumidores para mejorar las condiciones, sobre todo procedentes de Estados Unidos.

El hecho de que “Rusia, Arabia Saudita y otros grandes productores no prevean extraer más petróleo (...) no es justo”, se había lamentado el domingo el presidente estadounidense Joe Biden al margen de la cumbre del G20 en Roma, apuntando directamente contra la alianza OPEP+.

El dirigente del primer país consumidor de crudo tiene motivos para estar enojado: el contrato estadounidense de referencia, el WTI, se situaba a principios de semana alrededor de los US$ 85 el barril, muy cerca de su nivel más alto desde el 2014, alcanzado días atrás.

Factores de riesgo

Otro países que consumen mucho petróleo, como India y Japón, también empujaban a una cambio de rumbo de la OPEP+.

La propia organización se hizo eco de una reunión virtual el viernes entre su secretario general Mohamed Barkindo y el ministro indio Hardeep Singh Puri, a cargo de una amplia cartera que incluye la energía, en la que éste último se refirió a “la volatilidad del mercado y los elevados precios actuales”.

Esta estrategia, favorable a las cuentas de los productores, permite además preservar un lugar para uno de sus miembros hoy en día excluido del mercado, Irán.

Las negociaciones sobre el programa nuclear iraní para salvar el acuerdo alcanzado en el 2015, destinado a evitar que Teherán se dote de la bomba atómica y del cual Estados Unidos se retiró en el 2018, se reanudarán el 29 de noviembre en Viena.

Una salida favorable significaría el regreso a mediano plazo de Irán al mercado petrolero, lo que podría traducirse en una oferta adicional de unos 2 millones de barriles diarios.

Por otra parte, varios observadores del mercado han mencionado sus dudas sobre la capacidad de varios miembros del cartel para aumentar su producción, ya que la pandemia ha provocado retrasos en el mantenimiento de las instalaciones de perforación.

El mercado del petróleo, que se mostró muy inestable desde el inicio de la semana, subió ligeramente después de este anuncio: el barril WTI (West Texas Intermediate) avanzó un 0.31%, situándose en los US$ 81.11, mientras el barril de Brent ganaba un 0.71%, a US$ 82.57.

La organización anunció en su página web que la próxima reunión de la OPEP+ será el 2 de diciembre.