Al decidir este miércoles seguir adelante con su plan inicial de subir de forma moderada, en 400,000 barriles diarios, su oferta petrolera el próximo mes, la alianza OPEP+, liderada por Riad y Moscú, hizo este miércoles caso omiso a las peticiones de Washington para que abra aún más los grifos.
La vigésima reunión ministerial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, celebrada hoy por videoconferencia, ha sido una de las más breves que se recuerdan.
Contrariamente a lo anunciado previamente, no hubo ni transmisión de la apertura de la sesión, ni rueda de prensa. Tampoco hubo sorpresas: el resultado era el esperado en los mercados.
En una breve declaración al término de la videoconferencia, los ministros de Energía y Petróleo de los 23 países integrantes de la alianza conocida como OPEP+ se limitaron a confirmar que en principio mantienen sin cambios “el mecanismo” pactado en julio.
Aludieron así al plan, sancionado tras días de arduas negociaciones, para devolver al mercado de forma paulatina los 5,8 mbd que quedaban bajo tierra del gran recorte de suministros -de 9,7 mbd- pactado en abril de 2020 para hacer frente al desplome de la demanda causado por la pandemia.
“Se decidió continuar con el incremento colectivo del actual nivel de producción por parte de los países de la OPEP+, de 400.000 bd al mes”, informó el Ministerio de Energía de Kazajistán.
“INSUFICIENTE” PARA WASHINGTON
Cerca de un mes después de aprobarse ese plan, el Gobierno de Estados Unidos instó a la OPEP+ a abrir los grifos a un ritmo más rápido, ya que los “petroprecios” ya están en el nivel que tenían en 2018 y la gasolina se encareció más del 40 % este año en EEUU.
Lo explicó el presidente estadounidense, Joe Biden, en un discurso el 11 de agosto,
“Hemos dejado claro a la OPEP, las principales naciones exportadoras de petróleo del mundo, que los recortes a la producción hechos durante la pandemia deberían revertirse ahora que se está recuperando la economía global, para poder rebajar los precios para los consumidores”, dijo Biden entonces.
Previamente, el asesor estadounidense de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, había revelado que su país mantenía contactos con miembros del la OPEP porque consideraba que el aumento acordado “simplemente no es suficiente”.
OPTIMISMO PESE A LA DELTA
Al argumentar la decisión de hoy, los ministros hicieron hincapié en las perspectivas optimistas sobre la demanda mundial de energía, aunque sin perder de vista la posibilidad de que la expansión de la variante delta del coronavirus frene la recuperación esperada del consumo energético.
“Si bien los efectos de la pandemia de la covid-19 siguen arrojando cierta incertidumbre, los fundamentos del mercado se han fortalecido y los inventarios (reservas almacenadas de crudo) de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) siguen bajando a medida que se acelera la recuperación”, destacaron.
“Esperamos que este año haya un incremento de la demanda de aproximadamente 5,8 a 6 millones de barriles diarios. Confío en que el mercado del crudo se restablezca totalmente en 2022”, declaró por su parte el viceprimer ministro de Rusia, Alexander Novak, citado por la agencia RIA Nóvosti.
Añadió que las compañías petroleras rusas están listas para incrementar la producción por encima de los niveles establecidos por el acuerdo OPEP+, pero alertó al mismo tiempo de que el precio del petróleo continúa siendo “impredecible”.
REUNIONES FRECUENTES
Sea como sea, los ministros, tras destacar el alto cumplimiento de todos con los acuerdos, que en julio llegó al 110 %, dejaron la puerta abierta a eventuales nuevos ajustes.
Así las cosas, confirmaron sobre todo la decisión de subir en 0,4 mbd la producción en octubre y volver a reunirse el día 4 de ese mes para evaluar nuevamente la situación.
Los precios del crudo tendían a la baja tras conocerse la decisión de la OPEP+, con el barril de Brent a menos de 72 dólares y el del petróleo intermedio de Texas (WTI) ligeramente por encima de los 68 dólares.