En la señal más reciente de lo candente que está el mercado del litio en este momento, 57 empresas han mostrado interés en nuevos contratos para explorar y producir en Chile el metal utilizado en las baterías, informó el Gobierno.
Si bien el proceso de licitación aún se encuentra en una fase inicial, las autoridades esperan tener noticias sobre los contratos a fines de este año, antes del cambio de Gobierno en marzo.
“Se ve muy prometedor”, dijo a última hora del lunes el biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, en una entrevista con Bloomberg TV.
Chile, el mayor productor de litio después de Australia, ha visto disminuir su participación de mercado en los últimos años. Ahora, quiere abrir más sus enormes reservas, ya que la creciente demanda de vehículos eléctricos promete mantener ajustados los suministros del componente de las baterías durante los próximos años.
Un índice de referencia del litio ha subido más del doble este año y los precios en China han alcanzado récords.
No cabe duda que existe cierto riesgo político para los posibles licitadores en Chile. El proceso se está llevando a cabo en vísperas de las elecciones presidenciales y parlamentarias de este mes y mientras el presidente Sebastián Piñera se enfrenta a una acusación constitucional para destituirlo.
Al menos un senador de la oposición ha acusado al Gobierno de centroderecha de tratar de apresurar los nuevos contratos en un momento en que el país está reevaluando su postura sobre los recursos naturales mientras redacta una nueva Constitución.
Albemarle Corp., uno de los dos únicos productores existentes en Chile, compró las bases de licitación, pero dijo que parte de su debida diligencia es evaluar la postura que tendrá el próximo Gobierno frente a este proceso.
Las empresas que se adjudiquen cinco contratos para producir hasta 80,000 toneladas métricas cada una durante 20 años tendrán que realizar trabajos de exploración y tramitar todos los permisos de rigor antes de que puedan desarrollar los proyectos.
Chile produjo alrededor de 18,000 toneladas del metal el año pasado, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.