Redacción Gestión

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Londres/Nueva York (Reuters).- El bajó casi un 5%, lo que dejó al metal en terreno bajista el viernes, debido a que los inversores institucionales escaparon del lingote en favor de otros activos de refugio seguro, en medio de las preocupaciones sobre las ventas en los bancos centrales.

La amplitud de la destacó algunas expectativas de que la meteórica escalada del oro después de 12 años de ganancias. Las implacables ventas arrastraron al lingote a por debajo de los US$ 1.500 la onza por primera vez desde julio del 2011 y ubicó al mercado en camino a su peor desempeño semanal desde diciembre del 2011.

Los precios del oro se han más que quintuplicado, debido a su condición de refugio seguro en tiempos de dificultad y a temores a la inflación, mientras que la Reserva Federal se ha embarcado en un agresivo programa de estímulo monetario.

Una inesperada contracción de las ventas minoristas en Estados Unidos, que golpeó a las acciones y le dio un impulso al dólar, presionó al oro el viernes, junto con un borrador para que Chipre se desprenda de parte de sus tenencias del metal y una salida de los fondos de oro transables en bolsa.

El ritmo de la ola vendedora pareció vinculado a la volatilidad del precio de los bonos japoneses, que obligó a ciertos tenedores a vender otros activos para cumplir con las técnicas para determinar el riesgo en sus carteras de inversión.

El oro al contado tocó mínimos de US$ 1.484,30, una baja del 4,85% y se encaminó a un descenso del 6% esta semana, en su mayor retroceso semanal desde diciembre del 2011. El metal retrocedió un 23% de máximos vistos en septiembre del 2011, a 1.920,30 dólares. Los bonos escalaron el viernes.

Los futuros del oro estadounidenses también tocaron mínimos desde julio del 2011, con la posición para entrega en junio cayendo hasta los US$ 1.481,3 la onza. El contrato cerró en US$ 1.501,40, una baja del 4,1%.

Otros metales preciosos también fueron liquidados, con la plata siendo el mayor perdedor en el complejo, cayendo un 5,36%, a US$ 26,12 la onza. El complejo de materias primas fue presionado cuando el crudo Brent tocó mínimos de ocho meses.