La Bolsa de Moscú terminó el año 2021 por todo lo alto, con dinero e inversores en abundancia, pero la invasión de Rusia a Ucrania provocó un crac y un cierre sin precedentes que deja a muchos rusos de a pie en la estacada.
En la mañana del 24 de febrero, la bolsa abrió como siempre pero el mundo había cambiado. Durante la noche, las tropas rusas habían entrado en Ucrania.
El índice Moex se desplomó un 33%, con lo que casi US$ 190,000 millones se evaporaron en un solo día.
El 25 de febrero la bolsa decidió cerrar la mayor parte de sus actividades, un cierre que se prolongará al menos hasta el 21 de marzo.
Desde entonces los activos de los rusos --que habían invertido en masa en el mercado de valores en los últimos años con la esperanza de enriquecerse-- están congelados.
“Me siento totalmente frustrada. No sé qué hacer”, declaró Anna Mechtchanova, una diseñadora gráfica de 30 años. Empezó a invertir hace tres años tras descubrir un blog financiero.
“Me pareció muy importante tener un ‘airbag’ financiero y una buena pensión, ya que no hay certeza de que el Estado vaya a proporcionar una buena cantidad de dinero en la vejez”, recuerda.
Durante la pandemia, invirtió principalmente en acciones rusas y estadounidenses unos 10,000 rublos al mes (unos US$ 90 de hoy, US$ 150 de entonces).
Pero ahora considera que su dinero “ya está perdido”. Cuando se reabra la bolsa, calcula sus pérdidas en US$ 4,500.
2021, año de prosperidad
Las bolsas y los bancos rusos llevaban años trabajando para atraer a los particulares, con aplicaciones, podcasts, y blogs financieros.
“En el 2021, registramos una enorme afluencia de particulares al mercado de valores, tanto en la bolsa de Moscú como en la de San Petersburgo. Esta tendencia comenzó ya en el 2019, cuando los intermediarios simplificaron el procedimiento para los inversores”, afirma Alexander Saiganov, jefe de análisis de Invest Heroes.
El número de inversores individuales en Rusia creció de entre dos y tres millones en el 2018 a más de 15 millones en el 2021.
En el 2021, la Bolsa de Moscú, la mayor del país con diferencia, se vio impulsada por la recuperación tras la pandemia y alcanzó niveles récord de inversión, con seis salidas a bolsa, las primeras en años.
Sin embargo, a partir de octubre, las turbulencias geopolíticas, preludio del conflicto en Ucrania, comenzaron a afectar a los activos.
Pese a ello la bolsa de Moscú presentó a finales del 2021 nuevos servicios con el objetivo de llegar a 25 millones de inversores minoristas para el 2022.
“No somos solo una bolsa de valores, sino una empresa tecnológica”, manifestó entonces Igor Maritch, director de Ventas y Desarrollo.
2022, año negro
“Hasta el 24 de febrero de este año, estaba seguro de que el dinero guardado en el banco o en una cuenta de inversión siempre estaría ahí, que siempre me ayudaría. Pero me equivoqué”, lamenta Anna Mechtchanova.
“Entiendo que ahora estoy completamente desprotegida. Lo único que me queda es mantener al menos algo de efectivo en moneda extranjera”, indica.
El analista Alexander Saiganov sigue siendo optimista y cree que “el mercado ruso sobrevivirá” como una “forma de mantener los ahorros en rublos para protegerse de la inflación”, que superó el 9% interanual en febrero y se espera que se dispare en los próximos meses.
La reapertura del mercado bursátil, probablemente de forma escalonada, como muy pronto el lunes, depende ahora de la autorización del banco central.