El aumento de los costos de endeudamiento y las consecuencias globales de la guerra entre Rusia y Ucrania podrían hacer que hasta el 10% de los países de mercados emergentes calificados como “especulativos” más riesgosos sufran una crisis de deuda este año, advirtieron analistas de JPMorgan.
Las presiones más agudas sobre la balanza de pagos y los mayores déficits fiscales ahora están agravando los problemas de los países muy endeudados que importan la mayor parte de su energía y alimentos.
Sri Lanka acaba de sufrir su primer impago soberano, uniéndose a una lista que ya incluía a Líbano, Surinam, Venezuela y Zambia. Rusia y Ucrania también se tambalean y la preocupación es que los números a nivel mundial pronto se disparen.
“Casi la mitad de la muestra de (52) países está clasificada como de alto riesgo de reembolso en nuestra evaluación. De estos, ocho están en riesgo de agotamiento de las reservas para fines de 2023, lo que indica un alto riesgo de incumplimiento. Estos son Sri Lanka, Maldivas, Bahamas, Belice, Senegal, Ruanda, Granada y Etiopía”, indicó la nota redactada por el estratega Trang Nguyen.
Un salto en las tasas de interés mundiales en respuesta al rápido aumento de la inflación también implica que muchos países se enfrentan a la realidad de los crecientes costos de endeudamiento, una desviación de más de una década del llamado “dinero fácil”.
“Teniendo en cuenta los riesgos de un posible impago en Rusia y la reestructuración en Ucrania la tasa de impago soberano HY de los mercados emergentes podría alcanzar el 10% este año”, añade la nota de JP Morgan.
El Fondo Monetario Internacional también ha dicho que casi el 60% de los países de bajos ingresos se encuentra en situación de sobreendeudamiento o tiene un alto riesgo de sufrirlo.
Los analistas de la firma de inversión Tellimer destacaron esta semana cómo un récord de 27 países de mercados emergentes que ahora tienen rendimientos de eurobonos por encima de 10%.
Esos rendimientos son un indicador de lo que un gobierno tiene que pagar más para pedir prestado en los mercados de capitales internacionales y cualquier valor superior al 10% generalmente se considera una señal de problemas.