La participación de Arabia Saudita en el mercado petrolero subirá esta década a su mayor nivel desde la década de 1980, debido a que las inversiones en producción de otros países se han desvanecido como consecuencia de la crisis del coronavirus, dijo J.P. Morgan en un reporte.
Los precios del crudo se han hundido más de 40% este año, después del colapso sin precedentes de la demanda, lo que llevó a las compañías de petróleo y gas a anunciar recortes al gasto que alcanzarán un total de US$ 625,000 millones antes del fin de la década, según el banco de Wall Street.
El colapso de la inversión llevará a una pérdida de producción que llevaría a los precios del crudo Brent a US$ 60 por barril en dos años, dijo el analista Christyan Malek de J.P. Morgan.
El referencial cayó hasta US$ 16 por barril en abril, cuando la pandemia forzó al cierre de economías en todo el mundo. Actualmente cotiza cerca de US$ 40 por barril.
El banco estadounidense espera que la demanda global de petróleo promedie 91 millones de barriles por día (bpd) en el 2020, 9 millones menos que lo proyectado previamente. Proyecta que el consumo se recuperaría a los niveles previos a la pandemia de 100 millones de bpd recién en noviembre del 2021.
Pero los cambios en los patrones de consumo llevarán a una pérdida permanente de demanda de 3 millones de bpd esta década en comparación a proyecciones previas, estimó J.P. Morgan.
La oferta de petróleo, en tanto, caería en 5 millones de bpd debido a la falta de inversiones en nueva producción y el cierre de algunos campos. Debido a que tiene los menores costos de producción y la mayor capacidad, Arabia Saudita está mejor posicionada para aprovechar la situación, dijo el banco.
“Arabia Saudita saldrá favorecida en la lucha por participación de mercado ante la disminución de la producción de países no OPEP y Estados Unidos”, dijo Malek.
La producción de esquisto de Estados Unidos, que creció con fuerza durante la década del 2010, apenas aumentará esta década, y subiría sólo a 11 millones de bpd en el 2030 desde 10.9 millones este año, estimó el banco.
Antes de la caída de los precios, el mercado esperaba que la producción de esquisto alcanzara los 17 millones de bpd antes de fines de esta década.
Como resultado, J.P. Morgan espera que los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) cubran la brecha de suministros una vez que los precios alcancen los US$ 60 por barril, que es el precio que los países de la OPEP necesitan en promedio para equilibrar sus presupuestos.