Los productores de energía de Estados Unidos han reducido tanto su otrora amplia reserva de pozos petroleros a la espera de ser reactivados que pronto tendrán que reanudar su perforación para evitar que el bombeo se hunda, dijeron ejecutivos y analistas.
Esto significaría un aumento del gasto que podría inquietar a los inversores, que se han beneficiado de una reciente priorización del rendimiento de los accionistas por parte de las compañías de esquisto frente al aumento de la producción.
Firmas como Diamondback, Pioneer Natural Resource y Devon Energy, por ejemplo, han redirigido sus crecientes retornos en efectivo al crecimiento de los dividendos, distribuciones variables, recompras y una mayor reducción de la deuda.
Los inversores, frustrados por años de bajos rendimientos del sector, han castigado a las empresas que han intentado aumentar la producción a expensas del rendimiento de los accionistas y han recompensado a las que mostraron disciplina de capital.
La perforación de nuevos pozos podría aumentar el suministro en un momento en que el petróleo se vende a 70 dólares el barril, un nivel rentable para los productores de esquisto de Estados Unidos y para la OPEP.
Esos altos precios, los cierres por huracanes en los pozos estadounidenses en alta mar y una rápida reducción de la acumulación de pozos de esquisto perforados pero incompletos podría animar a los productores a reiniciar la explotación y demostrar su compromiso de mantener el gasto sin cambios.
La acumulación de pozos de esquisto que esperan ser activados ha caído con fuerza, según los últimos datos en Estados Unidos, reduciendo una reserva que permitió a las firmas mantener la producción sin gastar más.
Algunos ejecutivos dicen que se necesitará más esquisto para compensar los declives normales de producción y las pérdidas por los huracanes, y los inversores tendrán que aceptarlo.
“El gasto en 2022 tendrá que ser más alto solo para mantener los volúmenes del 2021 y creo que, en general, Wall Street es consciente de eso”, dijo Nick O’Grady, director ejecutivo de Northern Oil and Gas Inc, que posee participaciones en pozos en Texas y Dakota del Norte.
Los nuevos pozos cuestan unos 7 millones de dólares cada uno y la perforación representa cerca del 30% del total. Con el petróleo a 70 dólares el barril, los productores podrían invertir más dinero en la perforación y aún así lograr aumentar los pagos a los accionistas, dijeron analistas.
El número de pozos perforados pero sin completar -llamados DUCs-, cayó a 5,957 en julio, el más bajo en cuatro años, desde los casi 8.900 en su pico del 2019, según datos de la Administración de Información de Energía (EIA).
Las firmas estadounidenses aumentaron los volúmenes de crudo en un 11%, a 12 millones de barriles por día (bpd), en el 2019. No obstante, la producción de este año es de unos 11.4 millones de bpd, según la EIA, y se reducirá en 100,000 bpd hasta fines de año por las pérdidas generadas por el huracán Ida.
Linda Htein, una directora de la consultora de energía Wood Mackenzie, dijo que completar los DUCs es una excelente manera de mantener la producción sin agregar un montón de plataformas o aumentar el gasto de capital.
Con las tasas actuales de terminación de pozos, la EIA estima que al principal campo de esquisto de Estados Unidos, responsable de los avances en el crudo estadounidense en la última década, le quedan menos de seis meses de DUCs.
A no ser que los productores de esquisto comiencen a perforar nuevos pozos, agotar la acumulación de DUCs “podría limitar el crecimiento de la producción de petróleo en Estados Unidos en los próximos meses”, dijo la EIA.
El número de plataformas perforadas recientemente en Estados Unidos fue de unos 401, según datos de Baker Hughes Co del viernes. No obstante, ese recuento es históricamente bajo comparado con otros periodos en los que los precios de los futuros del crudo estaban cerca de niveles similares o incluso a precios más bajos.
Los DUCs han sido una “solución muy poderosa a corto plazo, pero no en el largo”, dijo Mark Finley, execonomista de BP Plc que es analista de energía en el Instituto Baker de Políticas Públicas de la Rice University. “En algún momento, el exceso de inventario de pozos perforados pero incompletos se agotará”.