Así que el Bitcoin es una moneda, ¿no? Bueno, sí, puede usarse para comprar, vender y tasar bienes, como los dólares y los euros.
¿Es una materia prima? Si se piensa, se comporta mucho como el petróleo y el oro: puede ser comprado y vendido en mercados financieros o a través de derivados como los futuros.
¿Puede ser un título? Muchas criptomonedas lo son, de alguna manera. Son emitidas como acciones en "ofertas iniciales de monedas" y suelen representar a títulos en proyectos online.
El debate puede parecer abstracto, algo ajeno al mundo de las finanzas, pero está concitando cada vez más interés por parte de economistas y abogados que dicen que podría tener grandes implicaciones para el futuro de las criptomonedas.
La definición que se haga del Bitcoin y de otras unidades digitales podría incidir en su regulación a nivel mundial. A su vez, las reglas a las que se sujetan podrían determinar si dan el salto desde activo de nicho hacia activo tradicional.
Entonces, ¿cómo les tratarán los reguladores?
En Estados Unidos, los organismos de supervisión federales dicen que hay elementos tanto de títulos como de materias primas, pero -tal como las autoridades de la mayoría de economías- no han desarrollado aún sus reglas.
La Unión Europea presentará una pauta este año, que podría incluir a las cripto en las regulaciones existentes o crear reglas nuevas.
Para los actores del mercado, la forma en que sean regulados el Bitcoin y sus semejantes tendrá importantes ramificaciones.
Los mercados de materias primas operan con una supervisión regulatoria relativamente pequeña. Los activos, por otra parte, suelen estar sujetos a reglas más estrictas sobre transparencia de precios, reporte de operaciones y abusos del mercado.
Pistas sobre su carácter
Parte de la crisis de identidad de las criptomonedas recae en el hecho de que el Bitcoin fue concebido originalmente como un medio de pago, pero ahora no se parece demasiado al dólar, el euro o la libra esterlina.
Tiene escasa valía como depósito de valor por su volatilidad y no funciona bien como método cambiario por la lentitud de su red y los altos costos de transferencia.
El auge del mercado del préstamo del Bitcoin está ofreciendo pistas sobre su carácter.
Ofrece líneas de crédito a firmas cripto que ganan dinero en criptomonedas, como los procesadores de pagos o mineros, que buscan asegurar dinero tradicional para cubrir gastos. También, los operadores que no quieren vender sus tenencias de Bitcoins las usan como colateral para pedir prestado efectivo y usarlo en operaciones con algoritmos o de alta frecuencia.
Para los que prestan dinero, los rendimientos relativamente altos son una propuesta atractiva en una era de tasas de interés en récord mínimos.
Características claves de este mercado, como el descubrimiento de precios guiados por el mercado y la motivación de buscar liquidez, son similares al préstamo en las materias primas, según actores del mercado y economistas.
“(La analogía con) los mercados de materias primas es muy pertinente”, dijo Deeksha Gupta, profesor asistente de finanzas en la Carnegie Mellon University de Pittsburgh e investigador del sector. “Una de las principales similitudes es que también son manejadas por personas que buscan liquidez”.
El mercado de préstamos del Bitcoin ha crecido en silencio como un rincón opaco del sector de las criptomonedas, de por sí célebre por su falta de transparencia. Aunque hay pocos datos para medir el mercado del crédito, se da por hecho en general que se ha expandido con rapidez en el último año.
Genesis Capital, con sede en Nueva York, uno de los mayores prestamistas del mercado, dijo que sus créditos pendientes subieron a fines del año pasado hasta unos US$ 545 millones, comparado con los US$ 100 millones de un año antes.
Las tasas de interés implícitas en estos mercados -el precio de tomar prestados Bitcoins- es de un 4-5%, según el presidente ejecutivo de Genesis, Michael Moro. En las plataformas para que la gente preste dinero contra el Bitcoin, la tasa llega al 8%.
Instrumentos financieros
El parecido de las criptomonedas con los títulos se debe sobre todo a su emisión y función en ofertas iniciales de monedas (ICO, por sus siglas en inglés), donde son usadas para recaudar dinero tradicional.
Las ICO suelen ser realizadas por firmas que buscan recaudar fondos relacionados con cadenas de bloques o para proyectos en internet. Obtienen capital emitiendo monedas digitales, que garantizan a sus tenedores acceso al nuevo sistema o software o una cuota de las ganancias generadas.
Por ejemplo, la suiza Aragon -una plataforma de gestión para organizaciones descentralizadas- recaudó unos US$ 25 millones en el 2017 emitiendo “tokens” que daban derecho de votación sobre el desarrollo del sistema.