El impacto de la pandemia del COVID-19 sobre el dólar continuaría durante 2021, perpetuando la debilidad de la moneda norteamericana, según el reporte semanal del Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank.
El billete verde ha caído a su nivel más bajo en dos años y medio, previo a la guerra comercial. Acumula un descenso de 11% durante los últimos ocho meses. La última vez que sucedió una caída de tal magnitud, fue en 2010, cuando el dólar se desplomó 10% en tres meses y provocó una guerra de divisas.
Las expectativas del mercado apuntan a que el dólar continuará débil en 2021. Un reciente sondeo de Reuters entre analistas arroja que la debilidad se extendería al menos durante los seis primeros meses del 2021. Algunos bancos, como Morgan Stanley consideran que aún está sobrevalorado en 10% y Citibank proyecta una caída récord de 20%. Aunque los mercados se adelantan y es posible que parte de esa expectativa ya se esté reflejando en el valor del dólar hoy.
Lo que ha cambiado es el apetito por riesgo. A pesar de la persistencia de casos de COVID-19 en el mundo, con mayor énfasis en Europa y EE.UU., el desarrollo de vacunas está impulsando a tomar más riesgo en los mercados, con bolsas en Asia y EEUU en récord, y oportunidades en los mercados emergentes que quedaron rezagados por ser los más golpeados con la pandemia.
A ello se agregan señales de nuevos estímulos económicos: EE.UU. y Japón vienen preparando nuevos estímulos fiscales, mientras que el BCE y la Fed han dado señales de mayor expansión monetaria. China y su buen desempeño económico post-pandemia también suma, y otorga soporte a los precios de los commodities.
“Ningún cambio en los precios -en este caso el dólar- es sostenido si no va acompañado del posicionamiento. Las posiciones de dólares en el mercado de futuros, tanto las largas (aquellos que apuestan por un dólar fuerte) como las cortas (aquellas que apuestan por un dólar débil), se han mantenido relativamente equilibradas; sin embargo, ya se percibe a los inversores reconstruyendo posiciones cortas durante la primera mitad de diciembre“, anotó el banco.
El euro ha sido una de las monedas más beneficiadas con la reciente debilidad del dólar, alcanzando incluso a cotizar por encima de 1.20 dólares por euro, el nivel más alto desde 2018, y a pesar de que el Banco Central Europeo ha dado señales de mayores estímulos monetarios en camino.
Las señales provenientes de la Fed van en la misma dirección. Con un debilitamiento del dólar de 6% en 2020, el peor desempeño anual desde el 2017, será difícil ver que las monedas que han marcado avances importantes contra el dólar repitan ese comportamiento en 2021.
“En el caso del euro, por ejemplo, esperamos que el US$ 1.20 por euro opere como una resistencia y se consolide en ese nivel durante los próximos meses”, apuntó Scotiabank.
El movimiento del dólar puede ir más allá de divergencias de políticas monetarias, y hay quienes sostienen que puede tratarse de un problema de confianza, de carácter más estructural.
El dólar aún ostenta un rol preponderante en las transacciones mundiales (88% en 2019), aunque será difícil que pueda mantener tal participación de mercado, prevé la entidad financiera.