La demanda por las ventas de deuda de Europa ya ha superado el medio billón de euros este año, dado que los inversionistas buscan poner dinero a trabajar en bonos que ofrecen algunos de los rendimientos más altos en años.
Los inversionistas han ofrecido € 530,000 millones (US$ 570,000 millones), más del triple que los € 168,000 millones emitidos en el mercado primario sindicado de Europa en lo corrido de este mes hasta el miércoles, según datos compilados por Bloomberg.
El recuento incluye todas las ofertas de bonos gubernamentales y de empresas sindicadas públicamente, con una demanda muy por encima del promedio de los cinco años anteriores durante el mismo período.
“La renta fija finalmente ha vuelto para los inversionistas y la deuda de grado de inversión está en el punto óptimo”, dijo Henrietta Pacquement, jefa del equipo de renta fija global de Allspring Global Investments. “Hay un apetito considerable por el crédito de grado de inversión, así como efectivo que debe invertirse”.
Actualmente, los inversionistas pueden obtener un rendimiento promedio de más del 4% cuando compran deuda denominada en euros de empresas de estables y de bajo riesgo, casi siete veces el rendimiento ofrecido hace un año y cerca del pago más alto en más de una década, según los índices de Bloomberg.
También ayuda que los gestores de cartera tengan una gran reserva de efectivo para perseguir estos elevados rendimientos. Los fondos europeos de alto grado han estado atrayendo flujos de inversionistas durante 11 semanas consecutivas, según datos de EPFR Global citados por estrategas de Bank of America Corp.
Y a principios del 2023, la mayoría de los mercados europeos han vuelto a ser del agrado de los inversionistas, luego que un invierno menos frío que lo esperado y una leve mejoría en los datos de inflación de la región calmaran los temores de una recesión dura.
Sin duda, los puntos brillantes de principios de año no eliminan el riesgo de una desaceleración económica en un momento en que los inversionistas crediticios ya no pueden confiar en que los bancos centrales los respaldarán.
“En una cartera en la que puede invertir en cualquier lugar, tiene sentido que los inversionistas aprovechen los rendimientos más altos de la deuda de grado de inversión sin asumir demasiado riesgo crediticio”, dijo Thomas Leys, director de inversiones de abrdn plc., con sede en Londres. “La inflación subyacente sigue aumentando, los riesgos geopolíticos aún son altos, la perspectiva del consumidor aún es débil y el riesgo de recesión sigue siendo elevado, todo mientras el BCE ya no compra una gran parte de cada acuerdo”.
Sin embargo, cada vez hay más pruebas de que los inversionistas tradicionales ya están empezando a ocupar el lugar del BCE. Los fondos de grado de inversión atrajeron la mayor parte de los flujos a los ETF de renta fija en el cuarto trimestre del 2022, según Paul Syms, jefe de gestión de productos de renta fija de ETF de EMEA en Invesco.
“Hubo cierta cautela el año pasado en términos de asumir el riesgo crediticio, pero a medida que entramos en el nuevo año, hay una reevaluación de los rendimientos y los diferenciales que está llevando a los inversionistas a comenzar a buscar oportunidades de valor”, dijo Syms, quien cree que 2023 “podría ser el año de la deuda”.