El fundamental papel que juega el litio en las baterías de los vehículos eléctricos significa que tanto fabricantes de automóviles como mineras e inversionistas están apresurándose a calcular cuánto suministro necesitará el mundo en los próximos años, y también cuánto conseguirá.
El problema es que las predicciones varían enormemente.
El precio del metal se ha quintuplicado en el último año, lo que refleja la creciente preocupación por su disponibilidad. Durante años, el costo de la fabricación de baterías y vehículos eléctricos ha ido disminuyendo a medida que la tecnología mejora y la producción aumenta. Pero ahora existe el riesgo de que un aumento de los costos de las materias primas –y del litio en particular– pueda obstaculizar la transición justo cuando comienza a cobrar fuerza.
Hay mucho en juego para los fabricantes de automóviles que están gastando miles de millones de dólares apostando por un futuro alimentado a batería. Mineras y gobiernos están respondiendo con ambiciosos planes para impulsar la producción. Pero la demanda está creciendo a un ritmo tan vertiginoso, que no está claro si será suficiente.
En una encuesta de seis pronosticadores líderes de litio, las estimaciones sobre cuál será la situación del mercado en 2025 oscilan desde un déficit equivalente al 13% de la demanda hasta un superávit del 17%. Las proyecciones sobre el tamaño del mercado también divergen fuertemente, con pronósticos de demanda que van desde 502,000 toneladas hasta 1.3 millones de toneladas.
La brecha entre los pronósticos refleja el estado del litio como un mercado pequeño en la cúspide de la expansión sísmica, donde el promedio de las seis estimaciones sugiere un crecimiento anual de más del 20% tanto para la oferta como para la demanda entre 2021 y 2025. Eso se compara con las tasas de crecimiento típicas de entre 2% y 4% en mercados más grandes y maduros como el del cobre, donde los superávits y los déficits suelen equivaler a una fracción de la demanda.
En otra señal de la rapidez con la que el aumento de las ventas de vehículos eléctricos está reformando el panorama del litio, Citigroup Inc. prácticamente duplicó el miércoles su pronóstico de precios para 2022, advirtiendo que se necesitará un alza “extrema” para frenar la creciente demanda.
Los pronósticos son importantes porque los bancos los usan para todo, desde estimar las ventas futuras de automóviles hasta avaluar créditos en proyectos mineros. La ambigüedad de las proyecciones del mercado deja más margen para bruscas oscilaciones de precios cuando surge el pánico por el suministro.
Eso podría ser particularmente desconcertante para el sector automotor, que ha puesto al litio en el centro de sus planes de electrificación.
El sector ha pasado años experimentando con diferentes compuestos químicos para minimizar el uso de otros metales para baterías como el cobalto –que a veces se extrae en condiciones poco éticas– al tiempo que aumenta el uso de elementos abundantes como el hierro. El litio se ubica en el núcleo de prácticamente todas las tecnologías de baterías en desarrollo y uso comercial, por lo que el aumento de los precios podría comenzar a notarse rápidamente.
Por ejemplo, si los precios spot del litio se mantienen en los niveles observados actualmente en China, el costo de un vehículo eléctrico nuevo podría aumentar hasta US$1,000, según Benchmark Mineral Intelligence.
Benchmark se encuentra entre los que pronostican que la oferta no alcanzará a satisfacer la demanda, incluso cuando predice que, para 2025, la producción se duplicará con respecto a los niveles de 2021. Las principales mineras de litio, como la chilena SQM, reportaron crecimientos anuales de la demanda cercanos al 50% para el año pasado.
“Hay un exceso de optimismo total sobre la capacidad de respuesta de la oferta en el mercado del litio”, dijo Andrew Miller, director de operaciones de Benchmark Mineral Intelligence. “Es muy difícil ver cómo se acelerará a la velocidad a la que se está acelerando el mercado de baterías y vehículos eléctricos”.
Hasta ahora, la industria automotriz se ha mostrado relativamente relajada con respecto a los suministros de litio, principalmente porque existen en altas concentraciones en países favorables a la minería, como Chile, Australia y Canadá.
En todo caso, la preocupación de que grandes aumento en las existencias puedan inundar rápidamente el mercado es en parte la razón por la que algunas de las mineras más grandes han evitado desarrollar activos de litio. Rio Tinto Group es la única minera de gran capitalización que hasta ahora se ha visto tentada a ingresar al sector del metal, un mercado que aún es diminuto en comparación con productos básicos como el mineral de hierro y el cobre.
La historia muestra que incluso grandes mineras de litio actuales como Ganfeng Lithium Co., Albemarle Corp., SQM y Livent Corp. deberían ser cautelosas. Hace unos años, un aumento en los precios rápidamente se desmoronó luego de que productores inundaran el mercado. Algunos analistas advierten que eso podría volver a ocurrir.
Por otro lado, también hay buenas razones por las que los suministros podrían quedar atrás.
La industria minera tiene la reputación de no cumplir con los objetivos, y McKinsey & Co. estima que más del 80% de los proyectos se atrasa y excede su presupuesto. Muchos activos que se están estudiando son propiedad de mineras junior que no tienen tanta experiencia o flujos de ingresos existentes a los que recurrir como los grandes compañías de minería.
Obstáculos ambientales
Incluso las mineras más grandes enfrentan obstáculos para conseguir nuevos suministros debido a preocupaciones ambientales, a pesar de que el litio es un material clave para un mundo más verde. El mes pasado, Serbia frenó los planes de Rio Tinto para una mina de US$2.400 millones después de una reacción a nivel nacional en torno a posibles riesgos ambientales.
En Chile, que alberga las reservas de litio más grandes del mundo, la industria minera también enfrenta fuertes obstáculos políticos.
Pero, a pesar de lo convincentes que son los riesgos de suministro, es el potencial de un enorme aumento de la demanda lo que realmente está detrás de la diferencia de opiniones sobre si el litio tendrá un suministro excesivo o insuficiente.
Si bien Bank of America Corp. se encuentra entre los más optimistas en cuanto al suministro, pronostica profundos déficits una vez que se tiene en cuenta el consumo.
“Hay una gran cantidad de toneladas que los productores deben llevar al mercado”, dijo Michael Widmer, jefe de investigación de metales en el banco de Londres. “Tenemos una desconexión en la que, por el lado de la demanda, estamos presionando mucho, pero por el lado de la oferta, las mineras apenas comienzan a ejecutar”.