Los precios del cobre bajaban el viernes por la preocupación de que la demanda se vea frenada por la débil actividad de las fábricas y los confinamientos por el COVID-19 en el principal mercado de metales, China.
A las 0946 GMT, el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) cedía un 0.6%, a US$ 10,313 la tonelada, tras dos días de ganancias.
“Los datos económicos de China se desaceleraron en marzo y a la gente le puede preocupar que los actuales cierres en Shanghái puedan ocurrir en otros lugares”, dijo Xiao Fu, del Bank of China International (BCI).
La actividad de las fábricas chinas se desplomó en marzo al ritmo más rápido de los últimos dos años, según los datos, mientras que el centro comercial chino de Shanghái se paralizó el viernes después de que el gobierno bloqueó a la mayoría de sus 26 millones de residentes.
El contrato del cobre para mayo más negociado en la Bolsa de Futuros de Shanghái cerró con un descenso del 0.5%, a 73,160 yuanes (US$ 11,514.55) la tonelada, tras finalizar marzo con su octava subida trimestral consecutiva.
Sin embargo, los precios del cobre en la LME se alejaban de sus mínimos y otros metales avanzaban por la persistente preocupación sobre el impacto en la oferta del conflicto de Ucrania y los consiguientes altos precios de la energía.
“Los fundamentos son cada vez más ajustados a nivel mundial, por lo que es probable que el mercado de los metales básicos se mantenga bastante ajustado, respaldando los precios”, dijo Fu de BCI.
En otros metales básicos, el zinc en la LME tocaba un máximo de tres semanas con un avance del 1.4%, a US$ 4,233 la tonelada; el aluminio subía un 0.3%, a 3,502 US$; el níquel operaba sin apenas cambios a US$ 32,100; el plomo ganaba un 0.9%, a US$ 2,438.50; y el estaño mejoraba un 0.6%, a 43,180 US$.