El cobre cotizaba el miércoles cerca de máximos de 9 años y medio debido a un dólar más débil, inventarios bajos y esperanzas de que el metal se beneficie de una mayor demanda a medida que las principales economías se recuperen del impacto del coronavirus.
A las 12:00 (GMT), el cobre de referencia a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) sumaba un 0.3% a US$ 9,231 por tonelada tras llegar a los US$ 9,342.
Con estos precios, el metal rojo iba camino de anotar su quinta sesión consecutiva de ganancias.
Los bajos inventarios mundiales de cobre, que se utiliza en la energía y la construcción, y el repunte de la demanda en Europa y Estados Unidos han impulsado el precio en las últimas sesiones.
La economía alemana creció un 0.3% en el último trimestre del año pasado, más de lo previsto, impulsada por el auge de las exportaciones y la sólida actividad de la construcción.
El dólar operaba con pérdidas, lo que abarataba las materias primas para los tenedores de otras monedas.
Los inventarios ‘on-warrant’ -aquellos que no están separados para entrega y que por tanto están disponibles para los inversores- de la LME aumentaron un 17% a 54,550 toneladas.