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Londres (Reuters).- El cobre cayó más de un 3% el jueves después de un dato débil sobre la actividad industrial en China, lo que se sumó a los temores de que la recuperación en el principal consumidor de metales del mundo se haya estancado y borró las alzas del precio del metal rojo de la semana pasada.
El cobre para entrega en tres meses en la Bolsa de Metales de Londres cerró a 7,300 dólares la tonelada, por sobre el mínimo de la sesión de 7,215 dólares la tonelada. El miércoles, el metal rojo cerró a 7,474 dólares la tonelada.
Los nuevos pedidos de China cayeron, mostró un sondeo preliminar del índice de gerentes de compras. China es el mayor consumidor mundial de metales industriales y abarca un 40% del suministro global de cobre refinado.
El cobre alcanzó un máximo de seis semanas de 7,534 dólares en la sesión anterior, fortalecido por una interrupción continua de la producción en Grasberg en Indonesia, la segunda mayor mina del metal rojo en el mundo.
Las operaciones en Grasberg han sido suspendidas desde el 15 de mayo, después de que un túnel se derrumbó y mató a 28 trabajadores. Un funcionario sindical dijo el jueves que deben completarse todas las investigaciones sobre el incidente en la mina de Freeport McMoRan antes de que vuelvan los trabajadores.
La principal fundición de cobre de India, operada por Sterlite Industries, también ha estado paralizada desde fines de marzo. Una audiencia ante tribunales sobre quejas de emisiones contaminantes debe reanudarse el lunes.
Esas paralizaciones contribuirían a un menor suministro, lo que significa que es poco probable que el mercado del cobre en la Bolsa de Metales de Londres vuelva a los mínimos de 18 meses que alcanzó a comienzos de mes en 6,800 dólares la tonelada, dijeron analistas.
El jueves, datos de Estados Unidos mostraron que las solicitudes de beneficios por desempleo cayeron más que lo previsto la semana pasada, pero tampoco lograron dar impulso a los precios de los metales.
Las indicaciones del presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, el miércoles respecto de que el banco central estadounidense podría poner fin a su programa de compras de bonos antes de lo esperado pesó sobre los mercados, aunque dicho movimiento erosionaría la liquidez y el capital de inversión disponible para los metales.