El cobre cayó este viernes, rumbo a su mayor retroceso semanal desde marzo de 2020, después de que la Reserva Federal señaló que comenzaría a endurecer su política monetaria y de que China dijo que vendería reservas estatales para limitar los precios.
A las 1650 GMT, el cobre de referencia en la Bolsa de Metales de Londres (LME) cedía un 1.7% a US$ 9,159 la tonelada, con un descenso en la semana cercano al 8.5%. La liquidación se da tras un repunte notable, en el que el metal tocó un récord de US$ 10,747.50 en mayo.
El cobre se movió bajo su promedio móvil a 100 días a US$ 9,242, empeorando su panorama técnico.
El cambio de tono de la Fed también empujó al dólar hacia su mayor ganancia semanal desde septiembre, lo que encarecía los metales para los tenedores de otras divisas.
“Probablemente hemos visto el pico de este año”, dijo Wenyu Yao, de ING. La analista agregó que la creciente demanda de la construcción y electrificación probablemente mantendrá los precios alrededor de los niveles actuales en los próximos años.
Los miembros de la Fed, cada vez más seguros de que la economía estadounidense se está recuperando rápidamente de la recesión inducida por la pandemia, han comenzado a sugerir el retiro de sus masivas compras de bonos.
Analistas de Macquarie indicaron que esperaban que las ventas estatales de metales de China sean relativamente pequeñas (alrededor de 300.000-500.000 toneladas de aluminio) y que disminuyan a medida que bajan los precios.
Macquarie también dijo que esperaba un déficit de cobre este año, pequeños superávits en 2022-24 y suboferta estructural a partir de 2025. Estiman que los precios promediarían alrededor de US$ 8,000-US$ 9,000 la tonelada durante los próximos cuatro años.