China realizó una intervención sin precedentes en el mercado mundial del petróleo, liberando por primera vez crudo de su reserva estratégica con el objetivo explícito de bajar los precios.
El anuncio se produce en medio de los crecientes costos de la energía en China, no solo del petróleo sino también del carbón y el gas natural, y de la escasez de electricidad en algunas provincias que ha obligado a algunas fábricas a recortar la producción. La inflación también está aumentando rápidamente, lo que representa un dolor de cabeza político para Pekín. La medida causó una fuerte caída en los precios del petróleo.
En una comunicado publicado a última hora del jueves, la Administración Nacional de Alimentos y Reservas Estratégicas informó que el país había recurrido a sus gigantescas reservas de petróleo para “aliviar la presión del aumento de los precios de las materias primas”.
No ofreció más detalles, pero personas familiarizadas con el asunto dijeron que el comunicado se refería a millones de barriles que el Gobierno ofreció a mediados de julio.
La agencia china de almacenamiento también dijo que una rotación “normalizada” del crudo en las reservas estatales es “una forma importante para que las reservas desempeñen su papel en el equilibrio del mercado”, lo que indica que puede seguir liberando barriles. La agencia señaló que poner el petróleo de las reservas nacionales en el mercado mediante subastas abiertas “estabilizará mejor la oferta y la demanda del mercado interno”.
Nadie respondió a las llamadas a las oficinas de prensa del Consejo de Estado de China y de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma en busca de comentarios fuera del horario de trabajo.
China es el mayor importador de petróleo del mundo y en la última década ha construido una enorme reserva del producto. Esta reserva se diferencia de las reservas estratégicas de petróleo (SPR, por sus siglas en inglés) que tienen Estados Unidos y Europa, a las que solo se recurre en caso de cortes de suministro o guerras. Sin embargo, China está dispuesta a utilizar su reserva para intentar influir en el mercado.
“A primera vista, es una declaración bastante clara de la intención de utilizar la SPR para reducir los precios del petróleo de las refinerías nacionales”, dijo Bob McNally, exasesor de políticas de la Casa Blanca que ahora dirige la consultora Rapidan Energy Group de Washington.
El comunicado se produce después de que la inflación en las fábricas de China se acelerara a un máximo de 13 años, y justo un mes después de que la Casa Blanca pidiera públicamente a la OPEP que bombee más crudo en medio del aumento de los precios de la gasolina en Estados Unidos.
En conjunto, las medidas de Pekín y Washington sugieren que los dos mayores consumidores de energía del mundo ven entre US$ 70 y US$ 75 el barril como una línea roja para el precio del petróleo. El huracán Ida también ha eliminado una parte de la producción de crudo estadounidense, afectando el suministro de la empresa china Unipec.
El crudo Brent llegó a caer US$ 1.36 el barril a US$ 71.24 en Londres, borrando las ganancias anteriores. El West Texas Intermediate tuvo un retroceso similar.
China ha estado vendiendo otras materias primas de sus reservas estratégicas, como cobre, aluminio y granos. En el pasado, Pekín rara vez confirmaba las ventas, que solían filtrarse al mercado a través de las conversaciones de los operadores. Muchos consideran que el comunicado público es un intento de maximizar el impacto de la medida.
El comunicado del jueves comenzaba diciendo que la liberación se realizaba “con la aprobación del Consejo de Estado”, un lenguaje que los investigadores chinos interpretaron como una señal de que estaba dirigida por los líderes políticos de mayor rango de China.