Jack Ma apareció por menos de un minuto y no dijo nada sobre la represión del Gobierno chino que dejó en crisis a su imperio empresarial.
Pero para los inversionistas que habían estado esperando meses para verlo, la participación del empresario en una videoconferencia transmitida el miércoles en vivo fue suficiente para provocar una señal de alivio de US$ 58,000 millones.
Eso es lo que aumentó el valor de mercado de Alibaba Group Holding Ltd. después de que un vídeo de Ma hablando ante un grupo de maestros comenzó a circular en la red, sus primeros comentarios públicos desde que desapareció a fines del año pasado.
Aún no se sabe mucho sobre el futuro del empresario más famoso de China. Sin embargo, analistas dijeron que el vídeo del miércoles fue una señal de que los peores escenarios —como Ma encarcelado o que el Gobierno tomara el control de sus compañías— probablemente ahora están fuera de consideración.
Es poco probable que Ma hubiera participado en el evento sin al menos la aprobación tácita de Pekín; medios estatales como el Global Times se encontraban entre los que publicaron fragmentos de su conferencia o escribieron artículos sobre su aparición.
“Todavía hay mucha incertidumbre sobre las próximas medidas de los reguladores, pero esto significa que el estado de Jack Ma es mucho mejor de lo que mucha gente especulaba”, dijo Fang Kecheng, profesor de la Universidad China de Hong Kong.
La conferencia de Ma se centró en temas filantrópicos, como la importancia de reducir la desigualdad de ingresos y reactivar las zonas rurales de China, dos grandes prioridades para el Partido Comunista de Xi Jinping.
Aunque lejos de ser un mea culpa, sus palabras mostraron un fuerte contraste con los últimos comentarios públicos que hizo Ma en octubre, cuando el multimillonario criticó duramente a los reguladores y los bancos estatales chinos.
Pocos días después de ese discurso en la Cumbre del Bund en Shanghái, el Gobierno bloqueó el plan de Ma para sacar a bolsa a Ant Group Co. en la que habría sido la oferta pública de acciones más grande del mundo.
En las semanas siguientes, las autoridades ordenaron una reorganización de las operaciones de Ant e iniciaron una investigación antimonopolio de Alibaba.
Pocos esperan que el cambio de tono de Ma haga que Pekín dé pie atrás en su campaña para someter a Ant, Alibaba y el resto de los gigantes tecnológicos chinos a regulaciones más estrictas.
Pero la respuesta del mercado el miércoles sugiere que los inversionistas están comenzando a descontar el riesgo de una represión que pondría en grave peligro a los empresarios más ricos y a las empresas más innovadoras del país.
Las especulaciones sobre el paradero de Ma se habían intensificado en las últimas semanas después de que se supiera que no había participado en la grabación de un programa de televisión que él mismo había fundado.
Las autoridades chinas en el pasado han detenido en silencio a multimillonarios que entran en conflicto con el Partido Comunista.
Ant, controlada por Ma y propiedad en parte de Alibaba, confirmó la autenticidad del vídeo, pero declinó hacer más comentarios.