El director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol, consideró que los precios actuales del combustible han entrado en “zona de peligro” para la mayoría de economías emergentes en Asia, Latinoamérica y África.
El directivo turco admitió que la situación supone una carga para consumidores y negocios y añade “una presión adicional a la inflación en un periodo donde la recuperación económica es desigual y todavía afronta ciertos riesgos”.
En su comparecencia ante la prensa instó a no achacar el alza de precios a la apuesta por una transición ecológica.
La fuerte recuperación de la economía mundial, que en su opinión pone mucha presión en la cadena de suministro en el mercado energético, es el principal factor, pero Birol también culpó a los principales suministradores de petróleo y gas por crear una “tirantez artificial” en los mercados globales.
“Los países de la OPEC+ son parte de la economía global. Creo que a todas las naciones y gobiernos les gustaría ver una recuperación equilibrada. Espero que en próximas reuniones lo tengan en cuenta y den los pasos suficientes para ayudar a que bajen los precios”, añadió.
Birol se pronunció un día después de que Estados Unidos anunciara la mayor reducción de las Reservas Estratégicas de Petróleo de su país hasta la fecha, de 50 millones de barriles, como parte de una alianza coordinada con China, India, Japón, Corea del Sur y Reino Unido para frenar los precios de los carburantes.
El representante de la AIE apuntó que esta iniciativa no es “una respuesta colectiva” de su organismo, que interviene en caso de disrupción masiva en el mercado.
En el pasado, según se precisó en esta intervención ante los medios, lo han hecho en tres ocasiones: en 1991, por la guerra del Golfo; en el 2005, tras el paso de huracán Katrina en Estados Unidos, y en el 2011 como resultado de la guerra civil libia.
Birol también consideró que un aumento de la exportación de gas de Rusia a Europa podría suponer un “alivio” en el mercado energético europeo.
“Nuestros análisis muestran que Rusia puede fácilmente incrementar sus exportaciones a Europa en torno a un 15%, lo que podría confortar de forma significativa el mercado europeo del gas”, concluyó el director ejecutivo.