Los deslices en las llamadas por Zoom pueden ser peligrosos para su carrera.
Casi uno de cada cuatro ejecutivos ha despedido a un miembro de su personal por cometer un error durante una videoconferencia o audioconferencia, y la mayoría ha impuesto algún tipo de acción disciplinaria por errores cometidos en reuniones virtuales, según una encuesta a 200 gerentes de grandes empresas.
La encuesta, encargada por Vyopta Inc., que ayuda a las empresas a administrar sus sistemas de comunicación y colaboración en el lugar de trabajo, también reveló que los ejecutivos no confían plenamente en que al menos un tercio de su personal se desempeñe de manera efectiva cuando trabaja de forma remota.
Los pesimistas resultados ilustran que los trabajadores todavía se están acostumbrando a trabajar de forma remota, lo que se ha convertido en algo común durante la pandemia de COVID-19.
El número de participantes diarios en llamadas de Zoom aumentó de 10 millones al día a fines del 2019 al 300 millones en abril del 2020, señaló la compañía de conferencias y, en las últimas semanas, muchas empresas han retrasado sus planes de regresar a las oficinas debido a la propagación de la variante delta.
Algunos errores en Zoom, como el del escritor de la revista New Yorker Jeffrey Toobin, que fue despedido por exponerse inadvertidamente, han sido ampliamente difundidos.
Entre los errores en reuniones virtuales están unirse tarde a una llamada, tener mala conexión a internet, compartir accidentalmente información confidencial y, por supuesto, no saber cuándo silenciar su audio.
Los deslices pueden perjudicar a las empresas, provocando deserción de clientes, pérdida de oportunidades de ventas o incumplimiento de los plazos, según la encuesta.
No obstante, los ejecutivos continúan apoyando el trabajo desde casa, y casi tres de cada cuatro encuestados por Vyopta, con sede en Austin, Texas, planean mantener o expandir la cantidad de empleados a los que se les permite trabajar con un esquema híbrido durante los próximos 12 meses.
Vyopta indicó que Wakefield Research realizó la encuesta entre el 30 de julio y el 10 de agosto, centrándose en 200 ejecutivos a nivel de vicepresidencia o superior en empresas con al menos 500 empleados.