El teletrabajo, la posibilidad de un empleado de realizar actividades laborales a través de herramientas de tecnología de la información (como una laptop) a distancia, trae beneficios en productividad, pero si no se regula por escrito puede traer consecuencias legales y económicas.
El ‘home office’, teletrabajo o trabajo a distancia puede ser, según la legislación peruana, de naturaleza mixta —alternando entre el hogar y la oficina como centros laborales— o de manera completa. Las inconsistencias aparecen cuando es de manera esporádica y no regulada. Abogados laboralistas afirman que quienes utilizan esta última modalidad no están bajo la ley del teletrabajo. ¿Cuáles son los riesgos?
“No formalizar [en el contrato] puede desencadenar en multas. Si no hay una formalización en un convenio, y esto es auditado por la autoridad de trabajo, puede ser considerado como falta grave del empleador" comentó a Gestión.pe Mauro Ugaz, socio del área laboral de EY. "Las multas pueden ir, dependiendo del número de empleados involucrados, desde S/ 20,000 a S/80,000, aunque en el caso de las mpyes y pymes se recortan aproximadamente ala mitad”, continúa.
Asimismo, también el empleado debe exigirlo, pues de lo contrario la empresa puede afirmar, en cualquier caso, que no estás cumpliendo el contrato, dado que se interpreta el cumplimiento del contrato como ir al centro laboral a trabajar a menos que se indique lo contrario.
La ley del teletrabajo (Ley N°30036) se estableció en el 2013, años más tarde que los países vecinos sudamericanos. Colombia, por ejemplo, la tiene desde el 2008. Según César Puntriano, socio del estudio Muñiz, la norma es reciente y tiene vacíos legales eque pueden causar dudas sobre las responsabilidades que cada uno —empleador o empleado— debe tomar. Aquí unas consideraciones que deben tener ambas partes, tanto de Puntriano como de Ugaz.
Contabilidad de la jornada: es vital el conteo de horas para que la jornada no se extienda a más de lo que debería ser. Se puede hacer a través del inicio y fin de la conexión y el reporte de ello al empleador.
Políticas de seguridad: el hogar, al convertirse en el centro de trabajo, debe tener las condiciones de seguridad adecuadas para evitar los accidentes. “La empresa, en todo caso, puede realizar inspecciones periódicas con medidas correctivas para asegurar el espacio y no haya accidentes en horario laboral. Ello también involucra un sitio ergonómico, por ejemplo.”, afirmó Punitrano.
Gastos adicionales: si el empleador le dice al empleado que debe trabajar como teletrabajo, también debe tomar responsabilidad, por ejemplo, los gastos de luz adicionales que tiene el empleado por laborar en su casa. “no es simplemente te mando a tu casa y se acabó”
Ante todas estas consideraciones que podrían verse como complicaciones, la práctica del teletrabajo aún continúa siendo atractiva. La tendencia de esta práctica se ha recogido de otros países, pero tiene beneficios que son pertinentes hacia el empresario-trabajador local. Estos son algunos de ellos, según las fuentes consultadas:
Eficiencia de horarios: La flexibilización de horarios (sin reducirlo o aumentarlo) permite el control del empleado sobre sus tiempos, elimina el tiempo improductivo del tráfico y la contaminación que causa la movilización.
Oficinas más pequeñas: el alquiler de ‘oficinas boutique’ —o sea, de metraje más pequeño que una oficina prime— representa un abaratamiento de costos, sobre todo para aquellos empresarios medianos o pequeños que buscan emprender en Lima, en donde el metro cuadrado de los distritos consolidados como centros financieros suben todos los años (Miraflores, San Isidro, Barranco y Lince).
Facilita la ejecución de la ley para discapacitados: En el 2013 también se aprobó la ley general para la persona con discapacidad, en donde se estipula que si una empresa tiene de 50 a más trabajadores, el 3% deben ser personas con discapacidad. El teletrabajo ayuda a cumplir esta cuota e inclusive a aumentarla.
Mejora de calidad de vida: El informe sobre el teletrabajo que hizo la OIT en el 2007 —seis años antes que el Perú tenga una norma— y analizó la implementación de la práctica en 10 países europeos, Brasil, Argentina, Estados Unidos y más, demostró en líneas generales que la medida mejoró la calidad de vida de los trabajadores. Reduce el estrés y los vuelven una figura más presente en casa y vida personal.
Estos beneficios son aplicables a todo tipo de tamaño de empresas, pero es aún imperativo según expertos que esté regulado dentro de la misma empresa y de manera consensuada, ante la aún insuficiente norma. “Tiene que haber cuidado porque hay muchos vacíos. ¿Cómo se hace un sindicato? Si el centro laboral es el hogar, ¿cómo se hace una huelga? Son cosas que el empleado también debe pensar antes de aceptar”, afirmó el socio del estudio Muñiz.