Jacqueline Brassey, codirectora del McKinsey Health Institute, menciona tres habilidades que necesita desarrollar una persona para adaptarse ante situaciones difíciles, tales como la agilidad de aprendizaje, la autorregulación emocional y la conciencia dual. A continuación, explicamos cada uno de ellos.
Agilidad de aprendizaje
Se trata de aprender de la experiencia, experimentar con nuevas tácticas, abordar nuevas situaciones con una mentalidad de crecimiento, buscar y aprender de la retroalimentación y aplicar estas lecciones a nuevas situaciones en tiempo real.
El principio es que los líderes deben aprender incluso en las circunstancias más difíciles.
Es difícil sobreestimar la importancia de esto: Un metaanálisis de docenas de estudios empíricos descubrió que la adaptabilidad y la agilidad de aprendizaje eran los principales indicadores del desempeño y el potencial de un líder.
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Puede desarrollar este músculo estableciendo cada día su intención de cómo quiere presentarse ante las situaciones difíciles.
Esto puede sonar como: “En lugar de intentar tener una respuesta preparada para todos los retos difíciles e inesperados de hoy, los abordaré con curiosidad y una mente abierta, invitando a múltiples perspectivas”.
Hacer esto lo ayuda a permanecer abierto a la retroalimentación, aprender y ajustar su respuesta que, de otro modo, podría haber sido una poco útil reacción por defecto.
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Autorregulación emocional
Es la capacidad de reconocer, comprender y gestionar las emociones, y de canalizarlas hacia formas productivas de pensar y actuar.
La investigación ha demostrado consistentemente que los líderes con una mayor autorregulación emocional obtienen resultados significativamente mejores, al igual que sus equipos.
Antes de que pueda regular sus respuestas emocionales, primero debe tomar conciencia de lo que las desencadena y de lo que esas respuestas le dicen, porque pueden proporcionar información muy valiosa.
Trate de llevar un diario durante un par de días, anotando los momentos en los que se sienta emocionalmente agitado, y describa sus pensamientos, sensaciones corporales y acciones en esa situación.
Cuanto más lo haga, más fácil le resultará ser consciente en medio de una respuesta emocional. Es entonces cuando puede empezar a regular, aprendiendo no sólo a procesar las emociones inútiles, sino también a sentirse cómodo con la incomodidad que traen.
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Conciencia dual
Es la integración de circunstancias internas (experiencias, pensamientos, emociones y respuestas) y externas (una lectura objetiva de la situación y de lo que ésta requiere).
Estamos integrando dos cosas importantes: la conciencia de nuestras propias emociones, suposiciones y hábitos reactivos (especialmente bajo presión), y la naturaleza de la situación que enfrentamos.
Al tomarnos un momento para hacer un balance de nosotros mismos y de la situación, comprendemos mejor no sólo nuestras verdaderas motivaciones, sino también lo que la situación requiere, y cómo nos servirán nuestros hábitos y tendencias.
Esto le permite observase a usted mismo en acción y luego adaptar sus respuestas a las demandas del momento.
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