Uno de los más grandes retos de las empresas es entender cómo gestionar el talento, en especial, cuando se puede encontrar profesionales muy bien capacitados desde los 25 a los 60 años. Entonces, ¿es posible fusionar el intercambio de ideas entre distintas generaciones?
Sandra Cubas, managing director Perú & Ecuador en Cornerstone Group, afirma que el Reserve Mentoring consiste en “una herramienta donde es el nuevo trabajador quien guía y orienta a los más veteranos en la empresa”.
Se invierte así el orden tradicional de la relación entre maestro y discípulo. Ello se da principalmente con el objetivo de una mejora continua de los trabajadores.
Esta tendencia va más allá de lo convencional, pues los jóvenes logran mayor implicación en los proyectos y encuentran un factor motivador.
LEE TAMBIÉN: El síndrome del impostor en trabajadores y el desafío para cohesionar equipos
Frente al panorama, el intercambio de conocimiento y experiencias entre las distintas generaciones resulta enriquecedor, dando como resultado un aumento del 70% en la productividad.
“La experiencia ya no entiende de edades, en la actualidad, las empresas que implementan esta tendencia, logran un valor añadido en todos sus colaboradores, donde la tasa de satisfacción llega a superar el 80%”, comenta.
En sí, el Reverse Mentoring es la oportunidad ideal de potencias un aprendizaje bidireccional, permitiendo el desarrollo continuo de las diferentes generaciones que conforman una empresa.
¿Qué valoran las empresas de un candidato?
La actitud es uno de los puntos más importantes, más allá de la experiencia. Daniella Puémape, Outplacement Managing Consultant en Career Partners, comenta que, “8 de cada 10 reclutadores valora la actitud de los candidatos, pues contar con una buena predisposición influye en que el futuro trabajador encaje, no solo en el puesto a desempeñar, sino también con el propósito y la cultura corporativa de la empresa”.
Además, hay tres factores que los candidatos que llaman la atención de los reclutadores:
MIRA AQUÍ: Multa por discriminación salarial, cuando el agravante no distingue el tamaño de la empresa
Proactividad. Los candidatos con esta cualidad son capaces de transformar ideas en acciones, buscar nuevas oportunidades y ser perseverantes en el ámbito profesional y personal.
Flexibilidad. No se trata de solo tener conocimientos específicos en muchas áreas, sino querer realizar funciones diferentes a las determinadas para el puesto y adaptarse a las necesidades, mostrándose dispuestos a aprender.
Motivación. Pieza clave en los procesos de recolocación, ya que un candidato que muestre ilusión con el puesto, mostrará la mejor versión de sí mismo y las empresas, cada vez, son más conscientes de ello.