Profesor de Pacífico Business School
Llevas dos meses en una empresa en la que, se supone, tu horario de trabajo es hasta las seis de la tarde. Pero gran parte de colaboradores se queda por lo menos hasta las ocho de la noche, por lo que te sientas a veces como un «lunar». Algunos compañeros te dicen: «qué van a decir los jefes, van a creer que no tienes la camiseta puesta».
Y si bien tu jefe no te lo ha dicho, te das cuenta de que no le gusta que salgas temprano, y a veces cuando estás por irte, te encarga cosas “urgentes”. ¿Por qué esa cultura de quedarse hasta tan tarde? ¿Acaso no es suficiente con ser eficiente?
¿Nadie se puede ir antes que el jefe?
Por las propias responsabilidades que un cargo directivo implica, los jefes suelen tener más carga de trabajo y generalmente se retiran más tarde. Sin embargo, con frecuencia muchos jefes quieren que otros imiten su horario, o peor aún, algunos colaboradores quieren imitarlos espontáneamente, por “solidaridad” o tan solo para “cuidar la imagen”, dando la impresión de que trabajan duro o que su trabajo es más importante que el de otros.
Son esos mismos jefes los que ahora en trabajo remoto, te citan a reuniones a última hora y a veces hacia el final de la jornada laboral.
¿Sientes que trabajas más a distancia?
Como la agenda de cualquiera de nosotros se puede ver, es fácil comprobar si estamos “ocupados”, por lo que a veces se prefiere llenar el calendario de reuniones. Sin embargo, si hacemos esto, no tendremos mucho tiempo para organizarnos o avanzar con pendientes.
Cultura organizacional
Además de los valores generales de la empresa hacia el cliente y colaboradores, existen también los valores tácitos, que están impregnados en la cultura empresarial, como es el caso de salir muy tarde de la oficina. En esas empresas, estar presente a ciertas horas es valorado como una señal de compromiso con el trabajo e inclusive algunos lo hacen con la esperanza de no ser descartados para un ascenso.
Eficacia
El permanecer más horas en la oficina no necesariamente significa ser más productivo. Los países que más lo son tienen menos horas laborables como jornada semanal. Los empleados en Alemania y Francia trabajan menos horas que los de Reino Unido, pero son más productivos. Cuando la gente está cansada por muchas horas de trabajo, tiende a tomar decisiones menos racionales y más arriesgadas. Además, muchas veces es necesario quedarse más allá del horario de salida para cubrir pérdidas de tiempo durante el día.
EN CORTO
- Balance trabajo–familia. Además de poner en riesgo la salud, muchas horas de trabajo alejan a la gente de su familia y amigos, evitando que cultiven relaciones. Se debe desterrar la idea de que es mejor ser quien “apaga la luz de la oficina” o “el último en cerrar su laptop”.