El mundo quiere trabajar menos. De acuerdo a un artículo de la BBC existe un anhelo por reducir la jornada laboral. Además, un trabajo a medio tiempo no debería ser una limitante para desarrollar una carrera profesional.
En 2019, Microsoft Japón probó reducir un día la jornada laboral de 2,300 trabajadores. El 92% de ellos afirmó sentirse más feliz y menos estresado con el nuevo horario.
Otro experimento en la empresa de Nueva Zelanda, Perpetual Guardian, obtuvo los mismos resultaados. Por otro lado, el 66% de los trabajadores en Estados Unidos quiere trabajar menos de cinco días a la semana, de acuerdo a una encuesta de Robert Half, consultora de recursos humanos.
En el Reino Unido la situación es similar, pues el 72% cree que los trabajadores a tiempo parcial deben tener las mismas oportunidades de hacer línea de carrera que sus compañeros a jornada completa, según una encuesta de Timewise.
De hecho, la cofundadora de Timewise, Karen Mattison, aseguró que la nueva normalidad, a raíz de la pandemia del coronavirus, ha demostrado que el trabajo puede ser flexible y se pueden diseñar otros puestos laborales.
“Durante mucho tiempo hemos visto una disculpa ante el término tiempo parcial: ‘sólo estoy a tiempo parcial’. Ahora sabemos que la inmensa mayoría de la gente en Reino Unido no ve ninguna razón para que los trabajadores a tiempo parcial se vean impedidos de progresar en sus carreras”, indicó a la BBC.
En este país, los trabajadores a medio tiempo suman una cuarta parte de su población activa. Ahora el reclamo está dirigido hacia las oportunidades profesionales. Un ejemplo claro es de las madres, quienes afrontan un estancamiento en sus carreras, ya que su jornada parcial (para atender a los hijos) no les permite crecer en la compañía.
Desde el lado empresarial, la oferta tampoco es muy atractiva. En 2020, solo el 8% de ofertas laborales británicas contemplaban opciones a tiempo parcial, según Timewise.
-Otros países-
La otra cara de la moneda está representada por la administración de Jacinda Andern, primera ministra de Nueva Zelanda, quien el año pasado sugirió al sector privado a que considere una jornada laboral de cuatro días a la semana.
De acuerdo a la funcionaria neozelandesa, esta facilidad ayudaría a los trabajadores a encontrar un balance entre la vida laboral y familiar, además de impulsar el turismo interno.
En España se plantea un proyecto piloto de semana laboral de cuatro días. Aunque, en este caso, la motivación es la creciente automatización de diversas funciones. Suecia, por su parte, ya experimenta con jornadas de seis horas diarias. ¿Es momento de una nueva reforma laboral?