La tasa de desempleo juvenil a nivel nacional (jóvenes que están buscando activamente un trabajo) a junio del 2021 está por encima de la registrada en junio del 2019: en el trimestre móvil abril-mayo-junio 2021 el desempleo bordea el 11%, cifra superior al que se tuvo en similar periodo del 2019 (9.2%), según el último Informe Técnico sobre el Mercado Laboral del INEI.
A esta situación se suma la cifra de jóvenes que actualmente están laborando -que suma cerca de 2′797,000 a junio del 2021- que si bien es superior a la registrada a junio del 2020, se encuentra muy por debajo de lo alcanzado hace ocho años cuando cerca de 3′053,200 jóvenes tenían un puesto de trabajo.
Ante ello, ¿qué medidas se podrían implementar en el corto plazo para fomentar el empleo juvenil en medio de la incertidumbre que sigue generando el gobierno de Castillo?
Fernando Cuadros Luque, exviceministro de Promoción del Empleo y Capacitación Laboral del MTPE, consideró que hay cuatro puntos que se deberían implementar ante la precarización del empleo. El primero es acelerar el proceso de vacunación, lo que es fundamental para una reactivación económica plena.
El segundo -dijo- es continuar con una política monetaria expansiva y con políticas similares al programa “Reactiva Perú”, pero enfocados en los segmentos empresariales que continúan siendo afectados por la pandemia como las mypes y pymes.
El tercero continuar con el enfoque expansivo de la política fiscal y acelerar la inversión pública, que genera empleo e infraestructura productiva. Y como cuarto punto -relacionado a las políticas de empleo- establecer subsidios que promuevan/incentiven la contratación formal de los jóvenes, a quienes que les cuesta mucho más encontrar un trabajo.
“Lo que el Estado podría hacer es asumir el costo de la Seguridad Social, por ejemplo, siempre que se contrate a un joven de manera formal y si es posible de manera estable. Incluso el subsidio podría ser mayor si se los contrata a plazo indefinido y menor si se los contrata de manera temporal. También se podría pensar en implementar incentivos tributarios como deducciones para las empresas que contraten a los jóvenes”, detalló.
A la vez consideró necesario repotenciar el programa de empleo temporal Trabaja Perú, dotándola de más recursos para incrementar la cantidad de puestos de trabajo generados en favor de las poblaciones más vulnerables, entre ellos los jóvenes de las zonas rurales e urbanos marginales, la que debería ser complementado con la repotenciación -valga la redundancia- del Programa de Mejora de Empleabilidad que capacita a los jóvenes, certifica sus competencias laborales y los apoya en su inserción laboral.
También opinó que se podría actualizar la ley vigente de modalidades formativas dado que hay muchas modalidades que no son utilizadas. “Básicamente las que se usan más son las practicas preprofesionales, profesionales y la capacitación laboral juvenil. También se debería simplificar cualquier traba administrativa para su uso”, puntualizó.
-Recuperemos el empleo formal-
Brian Ávalos, laboralista del estudio Payet, Rey, Cauvi, Pérez Abogados, consideró -por su parte- como una alternativa para fomentar el empleo juvenil en el corto plazo extender o replicar los beneficios del subsidio “Recuperemos el Empleo Formal” otorgado por el MTPE.
Este programa del Estado, a través de EsSalud, pagaba subsidios de hasta 55% de las remuneraciones de hasta S/ 2,400 de los meses de noviembre 2020 a abril 2021, por un máximo de 6 meses de un mismo empleador, si este contrataba a trabajadores jóvenes (de 18 a 24 años). Ver cuadro:
“Creo que sería importante replicar este beneficio para incentivar la contratación enfocado en los sectores más afectados y privilegiando la contratación de jóvenes. El Estado debería generarlos: desde subsidios para el pago de EsSalud hasta devoluciones de pago respecto a la contratación de trabajadores según su edad”, remarcó.
Agregó que otra acción fundamental para reactivar el empleo juvenil es que se den las condiciones políticas para que las inversiones puedan realizarse y generar más puestos de trabajo, que -por el momento- están detenidas.
“Sin inversión, simplemente no va ver empleo. Muchas empresas ante la coyuntura actual, no están contratando nuevo personal ante el temor y el Gobierno no está dando señales para que las empresas -de todos los tamaños- se sientan confiadas y puedan contratar personal”, precisó.
-Intermediación laboral-
María José Gómez, directora de la Fundación Forge, indicó -igualmente- que se debe proveer/capacitar a los jóvenes de las nuevas competencias y habilidades que demandan las empleadores, tras la pandemia.
“Antes -por ejemplo- en los restaurantes se trabajaba más en venta directa, pero con la pandemia, ahora se aboca a lo digital. Lo que implica que hay otras necesidades de los empleadores, que demanda un mayor manejo de la tecnología así como nuevas competencias o habilidades. Ante ello lo que hay que hacer es proveer de estas nuevas competencias (a los jóvenes) para que puedan responder a las nuevas demandas laborales”, especificó.
Por otro lado, dijo que otro factor fundamental -además de desarrollar competencias- es que si no saben cómo buscar trabajo, se les dificulta aún más encontrar una plaza. “Por lo que se debe trabajar fuertemente en la intermediación laboral, es decir, unir esas competencias y habilidades desarrolladas con los requerimientos de las empresas”.
Anotó que otro paso importante para impulsar el empleo juvenil, es la de comprender que hay muchas mujeres jóvenes que está como población económicamente inactiva debido a que se están haciendo cargo de adultos mayores, niños, enfermos, entre otros, “por lo que se necesitan centros asistenciales para que estás jóvenes puedan dejar a sus hijos, padres o personas enfermas y puedan ir a trabajar, es decir, el desarrollo de una Política Nacional de Cuidados, ya que la mitad de las personas que no trabajan actualmente son mujeres jóvenes con carga familiar a la que no pueden abandonar”.
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